En el marco de un importante operativo, la Policía Federal Argentina (PFA) clausuró y desmanteló un geriátrico en Ezpeleta, Quilmes, provincia de Buenos Aires, donde los ancianos eran torturados y vivían en condiciones inhumanas.
El operativo fue liderado por la División de Delitos Contra la Salud Pública de las fuerzas federales, y fue la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich quien comunicó los resultados del allanamiento realizado en una casa ubicada en la calle Gualeguay al 5400.
Bullrich explicó que, aunque el Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires ya había clausurado el lugar el año pasado, el geriátrico continuaba operando ilegalmente.
Durante la intervención, las autoridades encontraron a 25 ancianos en condiciones de extrema vulnerabilidad, bajo el cuidado de solo dos mujeres, todos con problemas cognitivos y de movilidad lo que los hacía incapaces de defenderse o escapar de la situación.
La intervención de la Justicia se originó a partir de una denuncia presentada en el Juzgado Federal de Primera Instancia de Quilmes, a cargo de Luis Antonio Armella, y la Secretaría Penal N°3, dirigida por Maximiliano Iturburu.
El objetivo era verificar la existencia de actividades delictivas relacionadas con la trata de personas o la explotación laboral en el lugar.
La residencia clandestina estaba camuflada entre abundante vegetación, dificultando su detección. En el allanamiento, se constató que el edificio presentaba severos problemas edilicios y carecía de las medidas mínimas de seguridad e higiene necesarias para un establecimiento de cuidado de personas mayores.