Como nunca antes al menos en la historia reciente, se mantiene una gran incertidumbre acerca de la fase del fenómeno ENSO (El Niño – Oscilación del Sur) que caracterizará el verano en curso del hemisferio sur.
Por ahora, La Niña es una probabilidad que no termina de concretarse, y que ha ido postergando su inicio con el correr de este 2024. De acuerdo a la reciente actualización técnica del 19 de diciembre publicada por el IRI (International Research Institute for Climate and Society), “Las condiciones oceánicas en el Pacífico tropical indican un estado neutral respecto del ENSO, mientras que los indicadores atmosféricos muestran características que recuerdan a La Niña”.
Año Nuevo en Mendoza con muchas probabilidades de mesa adentro
En el caso del inicio de una nueva temporada de tormentas el ingreso de un nuevo frente frío producirá la formación de tormentas para el 31 de diciembre a la noche con lo cual el pronóstico indica que habrá fuertes posibilidades de celebraciones mesa adentro ya que se esperan lluvias.
Condiciones similares se producirán en la franja central del país debido a que también las perturbaciones ingresarán al continente desde el Atlántico complicando la estabilidad meteorológica también en Buenos Aires y parte de la Patagonia.
La Niña es una probabilidad que no termina de concretarse, y se acrecientan las discrepancias entre los pronósticos humanos y puramente computacionales. Esta incertidumbre traería un escenario de lluvias variable en las distintas regiones del país en los próximos meses.
Humanos y modelos numéricos no se ponen de acuerdo sobre La Niña
De aquí se deriva una gran discrepancia entre los pronósticos emitidos por consenso del CPC (Climate Prediction Center – NOAA) que tienen en cuenta el criterio humano además de los resultados por modelos numéricos, y aquellos pronósticos puramente objetivos sin intervención humana.
El último pronóstico probabilístico por consenso emitido por el CPC predice una preferencia por el retorno de La Niña este trimestre de diciembre a febrero, asignándole una probabilidad del 72 %, con el retorno a condiciones neutrales durante el próximo otoño.
En cambio, la reciente predicción del 19 de diciembre del IRI sin intervención humana, proyecta la continuidad de condiciones neutrales, con una probabilidad del 59 % para esta categoría durante el trimestre actual, versus un 41 % asignado para la fase Niña.
Y entonces… ¿qué pasará en Argentina?
En medio de esta incertidumbre de índole internacional, el Servicio Meteorológico Nacional, SMN, ha emitido en estos últimos días de diciembre su habitual pronóstico climático trimestral, proyectando el comportamiento cualitativo de la temperatura y la precipitación para las distintas regiones de Argentina en el primer trimestre de 2025.
Otro verano más caluroso que lo habitual en Argentina
Respecto a las temperaturas, las dudas son menores y la previsión es mucho más clara. La realidad es que hace tiempo existe un amplio predominio hacia temperaturas por encima de lo normal en el país (el debate para otro momento es: ¿cuánto peso habría que asignarle en esto al cambio climático?) y así continuará siendo al menos en la primera parte de este nuevo año.
De enero a marzo se presentarían temperaturas por encima de lo normal en prácticamente toda la Argentina, con mayor grado de probabilidad sobre las regiones del NOA y la Patagonia.
En Cuyo, las provincias centrales y el norte del Litoral las temperaturas se mantendrían entre valores normales o superiores a lo normal, mientras que el sur del Litoral es la única región del país indicada con un probable comportamiento normal en los próximos meses.
Panorama variable de lluvias para el comienzo de 2025 en Argentina
Y en las precipitaciones el panorama se torna más complejo y cambiante, según la región.
Habitualmente como sucede en los veranos bajo la influencia de La Niña, se espera que la región del NOA sea la única zona del país que presente lluvias por encima de lo normal este próximo trimestre.
Luego existe una mayor parte del país que contempla precipitaciones habituales para la época, incluyendo al sur de la Patagonia, Cuyo, y buena parte de la región central de la Argentina como Córdoba, La Pampa y oeste de Buenos Aires.
Pero destacan también condiciones normales a inferiores a lo normal para el primer tramo del año en el centro y norte de la Patagonia, norte del Litoral, y el centro-este de Buenos Aires incluyendo a la región del AMBA (Área Metropolitana de Buenos Aires).