En dos semanas, el pequeño emirato que se adentra en el Golfo Pérsico dará la bienvenida al mundo cuando albergue el evento deportivo más grande que jamás haya organizado en la región árabe.
Se esperan alrededor de 1,2 millones de visitantes extranjeros en Qatar durante el torneo del 20 de noviembre al 18 de diciembre.
Por otra parte, fiel al principio de neutralidad que la distingue, la entidad con sede en la ciudad suiza de Zúrich sugirió que sólo "el fútbol ocupe un lugar central" en la agenda de los equipos nacionales, con ánimo de evitar tensiones con el emirato árabe.
Qatar, anfitrión de la primera Copa del Mundo en Medio Oriente, soporta una resistencia global por su política de derechos humanos, específicamente en el trato destinado a las mujeres, los trabajadores migrantes de la construcción y los miembros de la comunidad LGBTIQ+.
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La ley islámica es taxativa y el Código Penal establece duras sanciones para las relaciones no heterosexuales; entre ellas, la prisión.
Además, la nación árabe posee costumbres muy distintas a la de los países de Occidente y es por eso que algunas cosas nos resultan chocantes, mientras que hay otras prácticas clásicas de la sharía que implican graves incumplimientos de los derechos humanos y hasta crímenes de guerra o de lesa humanidad.
Infantino aseguró en la carta que todos serán bienvenidos en el país sede "independientemente de su origen, antecedentes, religión, género, orientación sexual o nacionalidad".
El pedido, que también lleva la firma de la secretaria general Fatma Samoura, fue revelada por la cadena de televisión británica Sky Sports.
"Sabemos que el fútbol no vive en el vacío y somos igualmente conscientes de que existen muchos desafíos y dificultades de índole política en todo el mundo. Pero por favor no permitan que el fútbol sea arrastrado a todas las batallas ideológicas o políticas que existen", aconseja el mensaje de la FIFA.
La carta no refiere al pedido de Inglaterra, Gales y otros seis seleccionados de Europa para que sus capitanes porten un brazalete multicolor como reivindicación de la diversidad sexual, en un país que sanciona legalmente toda conducta que se aparte de la heterosexualidad.
Además, el presidente de la FIFA exhortó a los miembros de la comunidad del fútbol a "respetar opiniones y creencias, sin dar lecciones morales al resto del mundo".
La empresa Hummel, proveedora de la indumentaria danesa, diseñó un atuendo que esconde la marca y el escudo de la federación con el propósito simbólico de "no ser visibles durante un torneo que les ha costado la vida a miles de personas".
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De esta manera, Dinamarca fijó una posición en apoyo a los trabajadores extranjeros que perdieron su vida durante las obras que participaron de las obras de infraestructura desde la designación de la sede en 2010.
Fuente: Télam y TyC Sports
Edición periodística: Agustina Rubilar Flores y Nahuel Masuzzo