En la presentación ante el Juzgado Federal de La Plata, la diputada Lourdes Arrieta denunció que el cura Javier Olivera Ravasi, formado en el Instituto Verbo Encarnado de San Rafael, fue el mentor de la visita de seis legisladores nacionales de La Libertad Avanza a genocidas.
Un pasado oscuro y controvertido emerge sobre este religioso, quien se formó en Mendoza en el Instituto Verbo Encarnado, considerado uno de los principales reductos del conservadurismo católico en la provincia y el país.
Olivera Ravasi, quien también es abogado y profesor universitario en Ciencias Jurídicas y Sociales, ha sido llamado a comparecer por sus vínculos con la visita a la cárcel de genocidas. Entre ellos se encontraba Alfredo Astiz, considerado uno de los principales responsables del terrorismo de Estado.
Olivera Ravasi es hijo del genocida Jorge Olivera
Pero lo que se reveló este martes es que Olivera Ravasi es hijo del genocida Jorge Olivera, condenado a prisión perpetua por crímenes de lesa humanidad. Entre las víctimas de Jorge Olivera se encuentra la modelo francesa Marie Anne Erize, desaparecida en San Juan, y el exgobernador de la vecina provincia, José Luis Gioja, secuestrado durante el terrorismo de Estado.
La diputada Arrieta presentó un documento de 30 páginas en el Juzgado Federal, en el que solicitó la investigación a sus compañeros de bloque y pidió protección para ella y su familia después de recibir amenazas. Entre las pruebas presentadas se encontró un mensaje de WhatsApp enviado por el padre Ravasi, en el que relata cómo fue la invitación a los legisladores.
La Conferencia Episcopal Argentina expresó su reprobación a la actividad del cura y su visita a genocidas. El fundador del Verbo Encarnado, Carlos Buela, fue condenado por abusos contra miembros de la institución y falleció en abril pasado.
La vida personal y profesional de Jorge Olivera es bien conocida. Fue condenado tres veces a prisión perpetua por su participación en secuestros, torturas, abusos sexuales y homicidios cometidos durante la última dictadura cívico militar. En febrero pasado, celebró los 50 años de casados con su esposa, Marta Ravasi, y contó con la bendición de su hijo Javier Olivera Ravasi.
La visita a los genocidas generó una gran polémica y preocupación en la sociedad argentina. La diputada Arrieta pidió protección para ella y su familia después de recibir amenazas y solicitó la investigación a sus compañeros de bloque. Se espera que la justicia investigue los hechos y determine qué acciones tomaron los involucrados.
En medio de esta controversia, emergen preguntas sobre la posible influencia política y religiosa detrás de la visita a los genocidas. ¿Qué motivaciones tuvieron los legisladores para visitar a esos hombres? ¿Qué papel jugó el cura Olivera Ravasi en todo esto? ¿Cómo puede ser que un religioso con un pasado tan oscuro sea mentor de políticos? Estas preguntas no tienen respuesta aún, pero es claro que la justicia debe investigar estos hechos y determinar qué acciones tomaron los involucrados.