El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) dará a conocer este viernes la inflación correspondiente a marzo, lo que puede representar una ratificación de la desaceleración de la suba de precios o, según se prevé, un nuevo aumento en el IPC, lo que redundará un duro golpe para las expectativas oficiales.
En principio, los datos en la Ciudad de Buenos Aires no auguran buenas noticias para la totalidad del país, para el Gobierno ni para los consumidores: como se sabe, el Instituto de Estadística y Censos porteño (Idecba) informó el miércoles la inflación en el distrito, que fue del 3,2%, acumulando en los últimos doce meses una suba del 63,5%.
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Aunque se supone que Marco Lavagna, titular del INDEC, no dará tan malas noticias a nivel de todo el país, no se descarta que el índice de precios al consumidor del mes pasado esté apenas por debajo del 3%, rondando entre el 2,6 y el 2,8%.
Lo que tampoco sería una buena noticia para el ministro Luis Caputo y muchos menos para Javier Milei, quienes pretenden que perfore el 2%. Vale recordar que en enero fue de 2,2 y en febrero del 2,4%, confirmando que la desaceleración se está desacelerando…
Según los especialistas, el piso de la inflación de marzo está en el último relevamiento de expectativas de mercado (REM) que realiza el Banco Central, que proyectó el IPC de ese mes el un 2,6%. De ahí para arriba, impulsada por las fuertes subas registradas en los alimentos.
Podría haber novedades desde el FMI
Por otro lado y por si hiciera falta sumar nerviosismo a las autoridades y al mercado, el directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI) tiene previsto reunirse este viernes para evaluar el acuerdo técnico alcanzado con nuestro país y, eventualmente, dar su aprobación al crédito de US$20.000 millones en cuatro años.
Algo clave para el Gobierno y para la Argentina teniendo en cuenta un contexto internacional de fuerte incertidumbre por las políticas implementadas por Donald Trump, que se suman a la inestabilidad cambiaria local a partir de la fuerte pérdida de reservas del Banco Central para contener una eventual corrida cambiaria.
En este marco, la mayor ansiedad de la gestión libertaria está puesta en el primer desembolso del FMI y cuándo se girará a la Argentina, a fin de seguir “estabilizando” el dólar. Para el ministro de Economía lo “razonable” sería el 40% del crédito, que equivale a US$8.000 millones. Podría saberse durante esta jornada que comienza.