Las discrepancias entre el Ejecutivo y el Legislativo se intensificaron después de que el Senado diera luz verde a una propuesta impulsada por la oposición, provocando una dura reacción del presidente. Milei acusó a los legisladores de ser “degenerados fiscales que practican el populismo, condenando a la Argentina y a las próximas generaciones a la ruina”. Ante este panorama, el presidente anunció su intención de vetar la ley de reforma jubilatoria, mientras que la oposición ya trabaja para consolidar una mayoría que permita ratificar la normativa, e incluso ha comenzado a explorar posibles negociaciones para introducir modificaciones.
No obstante, el portavoz presidencial Manuel Adorni negó categóricamente cualquier posibilidad de negociación. "El veto será total, no hay ningún tipo de negociación. La decisión está tomada", aseguró Adorni, desmintiendo rumores que sugerían la posibilidad de un veto parcial para evitar un nuevo golpe político al oficialismo. Aunque la ley fue aprobada con una mayoría de dos tercios en ambas cámaras, lo que permitiría al Congreso insistir con la ley incluso tras el veto presidencial, Adorni explicó que el presidente tiene hasta 15 días para formalizar su decisión.
Repercusiones económicas y políticas
El trasfondo de este conflicto se enmarca en las preocupaciones del gobierno por el equilibrio fiscal. Desde la Oficina del Presidente, se advirtió que la aprobación de esta ley representaría un gasto adicional del 1,2% del PBI, equivalente a un 25% del PBI en términos dinámicos. Esto, según el Ejecutivo, obligaría al Estado a contraer deuda, lo que hipotecaría el futuro de los jóvenes argentinos.
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Además, desde el gobierno defienden la política previsional vigente, argumentando que desde enero las jubilaciones han crecido un 5% en términos reales, al tiempo que se ha logrado reducir el gasto y combatir la inflación. Sin embargo, la nueva ley, que establece una actualización mensual basada en el Índice de Precios al Consumidor (IPC), junto con una compensación del 8,1% para cubrir la inflación de enero, es vista por el oficialismo como una amenaza al equilibrio de las cuentas públicas.
En medio de esta crisis, el expresidente Mauricio Macri salió en defensa de la postura de Milei, expresando su apoyo al veto en un mensaje en la red social X. "Por el bienestar de nuestros jubilados y los nietos de los jubilados, apoyo el veto del presidente Milei", manifestó Macri, recordando además que muchos de los senadores que ahora abogan por los ingresos de los jubilados, se opusieron en el pasado a las medidas de ajuste que él promovió durante su gobierno.
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Perspectivas económicas y declaraciones del Gobierno
En otro orden de cosas, durante una conferencia de prensa, Manuel Adorni se refirió a los recientes datos económicos, admitiendo que la industria aún enfrenta retos en el proceso de recuperación. No obstante, destacó señales positivas dentro del sector, como el aumento en la producción de acero y cemento, así como el crecimiento en el patentamiento de vehículos.
Respecto al impacto de los aumentos de tarifas en la inflación, Adorni fue enfático al señalar que aunque podría afectar el IPC en el corto plazo, no tendrá un impacto duradero en la inflación general. "La inflación se debe al desajuste entre la oferta y la demanda monetaria, no al incremento en el precio de un bien o servicio específico", concluyó.
El gobierno de Milei sigue en pie de lucha, enfrentando un escenario político y económico complejo, con la reforma jubilatoria como el principal campo de batalla entre el Ejecutivo y el Congreso.