El Fondo Monetario Internacional (FMI), la embajada de los Estados Unidos, el Departamento de Estado y el Departamento de Energía de ese país han expresado su preocupación por lo que perciben como una "ruptura de contratos" en Argentina. Esto surge después de que el Gobierno nacional propusiera a las empresas generadoras de energía una reducción del 50% de una deuda cercana a los u$s1.000 millones, con el compromiso de pagar el saldo restante mediante bonos.
Martín Genesio, presidente de AES Argentina, compartió esta información en medio del conflicto entre el Gobierno y las empresas generadoras de electricidad.
Este cortocircuito se desató luego de que la Secretaría de Energía, bajo Eduardo Rodríguez Chirillo, decidiera saldar parte de la deuda de subsidios utilizando el bono AE38, lo que implica una quita del 50% según las empresas.
Genesio reveló públicamente que recibió llamadas tanto del FMI como de varias áreas del gobierno de los Estados Unidos, todas interesadas en conocer el impacto de las Resoluciones 58 y 66 en las compañías energéticas, resoluciones que ya han sido rechazadas por la Asociación de Generadores de Energía Eléctrica de la República Argentina (AGEERA).
"Nos contactaron para preguntar sobre la situación. Desde mi punto de vista, romper un contrato es una señal muy negativa. Espero sinceramente que haya otra forma de resolver esto sin tener que romper acuerdos previos", afirmó Genesio durante un seminario energético organizado por LIDE.
El ejecutivo de la multinacional, que opera en el sector eléctrico, explicó que "como empresa estadounidense, mantenemos diálogos constantes con estas instituciones que han preguntado sobre la resolución de la deuda". Asimismo, señaló que "en estas conversaciones se plantearon preguntas sobre cómo se iba a abordar este tema, especialmente dado que lleva varios meses en discusión. Nuestra respuesta fue simplemente describir la resolución, la número 58, que propuso un método de pago".
La propuesta gubernamental, concebida por el ministro de Economía, Luis Caputo, busca saldar la deuda por subsidios energéticos, la cual, según documentos oficiales, ascendía a $1.074.258.000.000 a fines de abril. Esta propuesta implica una reducción del 50% mediante la entrega de un bono en dólares (AE38) para diferir los montos vencidos correspondientes a diciembre y enero. Sin embargo, aún queda por discutir el pago de las facturas de marzo y abril, que vencerán en los próximos días de mayo.
¿Por qué las empresas generadoras de electricidad rechazaron la oferta del Gobierno?
Pocas horas después de que se oficializara la oferta con la reducción, AGEERA envió una carta al Ministerio de Economía en la que detalla siete razones por las cuales rechaza este método de pago. Firmada por Gabriel Baldassarre, presidente de AGEERA, la carta señala que la propuesta "impacta en los compromisos financieros asumidos por algunos generadores que recibieron financiamiento para desarrollar inversiones en sus centrales".
Además, se advierte que aceptar este método de pago implica "una reducción adicional en la remuneración de los generadores que venden su energía al mercado mayorista en pesos, una moneda que ha perdido considerablemente su valor debido a la alta inflación de los últimos meses".
AGEERA alertó que "un cambio unilateral, tanto en los contratos como en otros derechos adquiridos, tendría un fuerte impacto en el mercado eléctrico y enviaría señales negativas para futuras inversiones, así como para la credibilidad financiera de las empresas, el mercado y el país".
En este sentido, se añade que "un problema financiero en el mercado energético se convertiría en un incumplimiento por parte del Estado Nacional, lo que sería un claro indicador de falta de seguridad jurídica".