La cúpula de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) atraviesa un terremoto institucional. El director general de Aduanas, Andrés Velis, solicitó a toda su segunda línea de mando, integrada por cuatro subdirectores, que presenten sus renuncias tras el descubrimiento de irregularidades en operaciones de importación.
Fuentes oficiales confirmaron la decisión y señalaron que la medida responde a lo que calificaron como un “procedimiento habitual” en casos de sospecha de corrupción o mal manejo. “Hubo irregularidades en operaciones de importaciones”, revelaron desde el organismo, lo que detonó la salida inmediata de la línea responsable.
Un escándalo bajo lupa
La purga en Aduanas se enmarca dentro del proceso de reestructuración de ARCA, liderado por Velis desde que asumió la dirección. El foco ahora está en determinar quiénes fueron los responsables directos de las irregularidades detectadas. Según el protocolo, el organismo procederá primero a investigar los hechos antes de concretar desvinculaciones definitivas.
“Es un paso necesario para garantizar transparencia y asegurar que quienes administran los procesos aduaneros actúen de acuerdo con la normativa”, explicaron voceros oficiales. La medida busca prevenir cualquier intento de entorpecer la investigación o proteger a los involucrados.
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¿Una crisis o una oportunidad?
El pedido de renuncia masiva no solo sacude a la cúpula de ARCA, sino que también pone en el centro de atención las operaciones de importación del país. Velis, quien ha hecho de la transparencia y el control su bandera, enfrenta ahora el desafío de restaurar la confianza en un organismo clave para la economía nacional.
La decisión fue respaldada por sectores internos que consideran que las irregularidades descubiertas podrían haberse convertido en un problema mayor si no se actuaba de inmediato.
Proyecciones a futuro
Con el inicio de las investigaciones, se espera que las primeras conclusiones arrojen luz sobre las responsabilidades individuales. Mientras tanto, Andrés Velis mantiene su compromiso de implementar reformas que refuercen los controles internos y eviten futuros casos de corrupción en el organismo.
El desenlace de este proceso podría marcar un punto de inflexión en la gestión de ARCA, convirtiendo esta crisis en una oportunidad para renovar su estructura y fortalecer los procedimientos de supervisión en las operaciones aduaneras.