El acto que encabezará mañana Alberto Fernández con casi todos los gobernadores sobre el nuevo Pacto Fiscal será utilizado como muestra de fortaleza del Presidente dentro del Frente de Todos, pero también de iniciativa y consenso político nacional en el marco de las negociaciones con el FMI.
Horacio Rodríguez Larreta, líder opositor ya avisó que la ciudad de Buenos Aires, nuevamente, no adherirá al documento que planea firmar el resto de las provincias. Aunque alegó motivos impositivos, la razón de fondo es la pelea con la Nación en la Corte Suprema por los fondos que le quitó el Gobierno en 2020.
on la adhesión al Consenso Fiscal suscripto durante el gobierno de Mauricio Macri en 2017, todas las provincias -excepto San Luis y La Pampa- se habían comprometido a bajar de modo gradual la presión impositiva hasta el 2022. Pero con la disminución en la recaudación, tras el estallido de la crisis económica y la devaluación de 2018, quedaron con los números en rojo.
En 2019, el recién asumido gobierno de Alberto Fernández modificó el pacto. Con el aval de todas las jurisdicciones, suspendió la baja de impuestos -para permitirles embolsar alrededor de $ 70.000 millones ese año-, puso límites al endeudamiento en dólares, y suspendió juicios por la distribución de la coparticipación.
Desde hace tres meses, el Ministerio del Interior trabaja en una nueva modificación del pacto de 2017, a través de intercambios y negociaciones en secreto que vienen conduciendo el Ministerio del Interior, que conduce Eduardo “Wado” de Pedro; y la cartera de Economía, a cargo de Martín Guzmán, con los gobiernos de las provincias.
La firma del documento final se realizará mañana, lunes, con un acto en la Casa Rosada, previsto para las 17, donde coincidirán gobernadores y vicegobernadores de todas las provincias, excepto la Ciudad, que ya avisó que -nuevamente- no adherirá. La ceremonia, que se realizará en el Museo del Bicentenario o en el Salón Eva Perón -aún se estaba evaluando-, será encabezada por Alberto Fernández, que buscará ponerse en el centro de la escena política tras el revés en la aprobación del Presupuesto 2022.
El primer mandatario ya había discutido el Consenso Fiscal con los gobernadores propios, el martes, cuando los recibió en la Olivos para tranquilizarlos sobre las obras en las provincias y el futuro inmediato de la entrega de fondos nacionales luego de la frustración presupuestaria.