Dalmiro Garay fue reelegido el pasado lunes para presidir el máximo tribunal de Justicia de Mendoza por los próximos dos años. La elección fue unánime, es decir que se logró pleno consenso para que continuara en ese cargo.
Si bien el funcionario tiene un pasado político en la anterior gestión provincial de Alfredo Cornejo (fue su ministro de Gobierno), siempre reivindicó la independencia del Poder Judicial.
Y tras la virulenta campaña electoral que se dio en Mendoza este año, sobre todo por las diferentes acusaciones del líder de La Unión Mendocina, Omar De Marchi, que haya habido pleno consenso en la Corte para reelegirlo es todo un dato.
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Por eso Garay volvió a remarcar la independencia de los jueces, más allá de pertenencias sectoriales o de ideas individuales. Lo hizo en los micrófonos de Radio Jornada, al participar en el programa Lado A, que conduce Luis Ábrego.
“Siempre hay una preocupación del Poder Judicial para que se entienda que hay independencia e imparcialidad”, dijo el magistrado, convencido de que es algo habitual de que en una campaña política pasen estas cosas.
“Cada uno de nosotros firma las sentencias, se publican y cualquiera las puede criticar”, dijo, para justificar su habitual desempeño. “Más allá del discurso de algunos frentes políticos, se deberían leer las sentencias y en base a eso, hacer críticas o no”.
Pero también avanzó hacia la cuestión política. “Estamos frente a un poder judicial independiente, en donde cada ministro de la Corte tiene una visión sobre el futuro”, señaló, y mostrando qué tan influentes pueden ser sus decisiones como cuerpo, algo que puede generar polémicas, continuó: “El impacto de una decisión de un tribunal superior como el nuestro, genera cambios en las relaciones sociales”.
De todos modos sí aceptó la incidencia política en lo particular. “Todo eso no quita que cada uno tenga su visión sobre la vida política, social y jurídica” destacó, al tiempo que insistió en que, entre ellos, para tomar decisiones en los fallos, intentan convencerse, argumentan “y si no hay acuerdo, están las disidencias”, completó, intentando marcar el trabajo independiente que cada uno hace.
Más agilidad judicial
Garay además habló de los avances que se han hecho hasta ahora en la Justicia local. “Ahora los procesos no duran más de un año o un año y medio”, celebró, dado que antes eran muy lentos. Y también habló de parte de lo que se viene. “Queremos más capacitaciones para los jueces”, señaló, sobre todo desde el punto de vista de la tecnología, a partir de la expansión del expediente electrónico.
Otro punto que destacó fue la expansión de la misma justicia, apuntando que los jueces de paz de localidades alejadas, también participen en las generalidades judiciales, para resolver de manera más rápida las situaciones judiciales.