El dirigente sindical Pablo Moyano presentó su renuncia como co-secretario general de la CGT. En la nota, el líder de Camioneros señaló que se distancia "al no coincidir con las decisiones tomadas por la llamada 'mesa chica'". La decisión de Moyano se comunicó después de que el resto de dirigentes que encabezan la central obrera no acompañaran su convocatoria a una medida de fuerza contra las políticas de ajuste del Gobierno de Javier Milei.
A principio de semana, Moyano anticipó que trabajaba en el lanzamiento de un nuevo paro general para llevar adelante en diciembre y abrió el paragüas sobre sus diferencias con el resto de la "mesa chica" de la central obrera, al anticipar que sería convocado con los gremios de transporte (menos la UTA), más las dos CTA y los movimientos sociales si el resto de los gemios cegetistas no acopañaban.
"Hay que estar en la calle para seguir resistiendo y denunciando este modelo económico que tanto daño le está haciendo a los argentinos y no podemos mirar para otro lado", les reclamó el secretario adjunto de Camioneros a sus ahora ex compañeros de mesa directiva. Además, les regaló una chicana: "Dicen que CGT ahora significa Confederación General de Twitter".
“Somos las mismas caripelas, estamos siempre los mismos. Es lo que la gente permanentemente nos reclama", inistió Moyano en referencia a la desmovilización puesta en práctica por el resto de la CGT, que se vio recientemente en las marchas contra los vetos a la reforma del cálculo de haberes jubilatorios y el financiamiento universitario.
Por su parte, los dialoguistas dieron hace 24 horas un paso clave en su estrategia negociadora: convocado por el secretario de Trabajo, Julio Cordero, este jueves deliberó un comité que analizará cambios en el sistema de riesgos laborales con la participación de tres dirigentes de la CGT, encabezados por Gerardo Martínez, y los empresarios del Grupo de los 6. Incluso en esa reunión estuvo el abogado Hugo Antonio Moyano como miembro de la delegación cegetista: es uno de los hijos de Hugo Moyano, y se interpretó como una forma del jefe gremial de diferenciarse de Pablo Moyano, que promueve sin su aval un nuevo paro general.
Todo indica que aquel gesto de su papá fue determinante para que Pablo Moyano se sintiera aislado incluso en su propio gremio, algo que precipitó su renuncia a la CGT. Seguirá siendo secretario adjunto del Sindicato de Camioneros, aunque con una mala relación con Hugo Moyano que ya lleva casi 3 años. Algunos especulan que su padre podría pedirle que deje la Mesa Nacional del Transporte, donde se aglutinaron los exponentes más duros del sector, como los pilotos y los aeronavegantes.