En medio de la incertidumbre por la designación de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla para la Corte Suprema, el Gobierno reconoció que aún no cuenta con los votos necesarios en el Senado y empieza a considerar seriamente la posibilidad de avanzar por decreto.
El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, confirmó este viernes que la estrategia sigue firme: ambos candidatos deben ser aprobados en conjunto o ninguno avanzará. “El Presidente fue muy claro cuando dijo: ‘Los dos o ninguno’. Habrá que evaluar las fórmulas para cumplir con esa posición”, declaró en una entrevista radial.
Mientras Lijo logró dictamen de comisión, su nombramiento debe ser ratificado con el voto de dos tercios del Senado, un escenario que aún no está asegurado. García-Mansilla, en cambio, ni siquiera alcanzó la firma suficiente en la comisión, lo que debilita aún más las chances del oficialismo.
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Tensión política y advertencias de la oposición
El jueves 20 de este mes será clave: el Senado tiene previsto debatir tanto la postulación de Lijo como la suspensión de las PASO, un tema que ya tiene media sanción en Diputados. Sin embargo, ante la falta de consenso, el Gobierno analiza la posibilidad de recurrir a un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) para efectuar las designaciones en caso de que el resultado no sea el esperado.
Desde la bancada de Unión por la Patria ya anticiparon que rechazarán cualquier intento de nombramiento por decreto y que impugnarán la medida en la Justicia. De concretarse, el conflicto por la composición de la Corte Suprema podría escalar aún más, en un contexto en el que el máximo tribunal opera con solo tres jueces y fuertes internas en su interior.