La Argentina mantuvo su postura inalterable en la Asamblea General de Naciones Unidas al votar a favor de una resolución que pide el fin del embargo económico impuesto a Cuba desde hace más de seis décadas. La iniciativa, que fue apoyada por 187 de los 193 países miembros, ratificó una vez más el reclamo mundial contra el bloqueo, con solo dos votos en contra —Estados Unidos e Israel— y una abstención.
Este rechazo a las sanciones estadounidenses forma parte de una posición histórica de la diplomacia argentina en foros multilaterales, donde ha abogado por el fin de una medida que califica como injusta y perjudicial para el pueblo cubano. “Se trata de un acto de solidaridad y de justicia social para con el pueblo de Cuba”, expresaron fuentes diplomáticas tras la votación, que fue recibida con aplausos en la Asamblea.
La resolución, que desde 1992 es sometida a votación anual en la ONU, representa un simbólico llamado de la comunidad internacional al gobierno de Estados Unidos, reiterando la necesidad de levantar las restricciones que afectan tanto el acceso de la isla a bienes y servicios esenciales como su desarrollo económico. Para Argentina y otros países que respaldaron la resolución, el embargo es una medida obsoleta que intensifica las dificultades que enfrentan los cubanos en su vida diaria.
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En un contexto de tensiones renovadas, el resultado de la votación subraya el aislamiento de Estados Unidos en su postura, mientras la mayoría de la comunidad internacional continúa sumándose al pedido de un cambio en la política hacia Cuba. La Argentina, junto con otros 186 países, ratificó su llamado a una relación multilateral basada en el respeto y la cooperación, apostando por una resolución pacífica y dialogada para superar las trabas históricas.