El mal tiempo que reina en la zona de la Cordillera de los Andes dejó sus primeras consecuencias en las últimas horas con el rescate de cinco andinistas en dos cerros importantes de la provincia. De hecho, ya hubo dos muertos en la temporada 2023/2024 del Aconcagua.
La Unidad Patrulla de Rescate y Auxilio de Montaña (Upram) de la Policía de Mendoza debió evacuar a dos andinistas rusos, un italiano y un bonaerense en el Aconcagua y a una brasileña en el Cordón del Plata.
En el primer caso, un guía alertó a la Upram que un andinista ruso, identificado luego como Anton Alyabyev, de 43 años, estaba en el campamento Cólera (a 6.050 metros sobre el nivel del mar) camino a la cumbre del Aconcagua, en condiciones de atáxico, solicitando oxígeno y el descenso del hombre.
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La ataxia consiste en un deficiente control muscular que provoca movimientos torpes y puede causar dificultades para caminar y mantener el equilibrio, en la coordinación de las manos, en el habla y para tragar y hasta en la vista, se detalló.
Los operativos en el cerro Aconcagua
Los rescatistas ubicaron al ciudadano ruso en emergencia y al guía en la zona denominada Cueva de Berlín, donde se le suministró oxígeno por orden del servicio médico e iniciaron el descenso, arribando con el andinista al campamento Nido de Cóndores, cerca de los 5.300 metros de altura.
Allí fue asistido por personal de guardaparques y los médicos le diagnosticaron edema de pulmón severo y mal agudo de montaña moderado, por lo que se le suministró medicación y se solicitó la evacuación mediante el helicóptero privado.
En forma paralela a este rescate, se comunicó un guía de una empresa privada dando cuenta que se encontraba en la zona denominada Independencia, a 6.400 metros de altura, con otro andinista de nacionalidad rusa, Sergei Semenov, de 55 años, informando que no podía descender por sus propios medios, por lo que solicitó la colaboración del personal la Patrulla de Rescate.
De esta manera, se dio con el guía y el andinista ruso en Piedras Negras (a los 6.200 metros aproximadamente), quien manifestó dolor de rodilla, continuando con la asistencia en su descenso.
En otro operativo, se alertó que un andinista italiano bajaba de la cima junto a otro argentino, identificado como Francisco Elias Calderón, de 39 años, oriundo de Buenos Aires, quien no podía continuar con el descenso producto de una ceguera temporal. Ambos al parecer venían de coronar la cumbre del Aconcagua y de acuerdo a sus coordenadas se estableció que ambos estaban en la zona denominada El Hombro (a 6.800 metros), por lo que se informó al personal de la Upram en Nido de Cóndores, quienes se alistaron y salieron en su búsqueda.
Los ubicaron en Piedras Negras y corroboraron que Calderón habría sufrido una ceguera temporal, por lo que fueron hidratados y se les suministró alimentos continuando con el descenso hasta Berlín, donde quedó el andinista italiano en buen estado de salud y se procedió a seguir con el descenso del andinista argentino hasta Nido de Cóndores.
Allí fue evaluado por el servicio médico y se le diagnosticó amaurosis, que es la pérdida temporal de la visión debido a la ausencia de circulación de sangre a la retina, producida por la exposición a la altura, y además sufrió congelamiento de la segunda falange en tres dedos de la mano izquierda. También recibió los medicamentos correspondientes.