El caso de Karen Oviedo (31), vecina de Villanueva, Guaymallén, que envenenó hasta su muerte con líquido anticongelante para vehículos con quien compartía casa, dos hijos y una despensa de barrio, Rolando Aquino (37), tiene un nuevo condimento.
Habría suministrado el anticongelante a otros miembros de la familia, entre ellos, dos menores de edad y un adulto. Desde la Fiscalía están recibiendo nuevos testimonios.
La pareja se había casado en noviembre del año pasado pero poco tiempo después, ella hizo dos compras de un líquido anticongelante para autos, el 28 de enero, y luego, el 3 de febrero por medio de Mercado Libre.
Luego, por razones que de momento se desconocen, le habría ido administrando poco a poco el líquido a su marido. Lo diluía en jugo de naranjas, con la excusa de tratarle una afección en la piel.
Aquino en pocos días se descompensó, fue internado y murió en la clínica Santa María, de la calle Federico Moreno en la Ciudad de Mendoza.
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De a poco se habría ido tomando el veneno, que es incoloro, inodoro, y tiene un suave sabor dulzón, sin saber que lo estaban asesinando.
La ingesta fue letal. El líquido refrigerante contiene etilenglicol, una sustancia que de acuerdo a la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, puede causar gravísimas lesiones en órganos tales como el hígado, el cerebro, los pulmones, y causar la muerte.