Este miércoles, a la salida de los Tribunales de Dolores donde se lleva adelante el juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa, se registraron fuertes incidentes cuando los familiares de los ocho rugbiers imputados salieron de la última audiencia.
Una vez en la calle los padres de los imputados salieron rodeados por un fuerte cordón policial y decenas de manifestantes los increparon al grito de “asesinos”. Se vivieron momentos de tensión e incluso hubo empujones entre los familiares y las personas que esperaban en la puerta de Tribunales.
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María Paula Cinalli -mamá de Blas Cinalli- y María Cinalli -mamá de Ciro y Luciano Pertossi- fueron las primeras en atravesar las puertas de los Tribunales bajo una lluvia de insultos. Detrás de ellas iba, con la cabeza gacha, Mauro Pertossi -padre de los hermanos- y, más atrás, los padres de Matías Benicelli y el papá de Ayrton Viollaz.
Tras unos pocos metros en el que los insultos fueron el denominador común, María Paula Cinalli -la mujer que sufre una enfermedad que le provocó parálisis facial- se puso a llorar. “Criaron monstruos”, gritó una mujer que llegó a ponerse cara a cara con el papá de los Pertossi.
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Los primeros en poder escapar del tumulto de gente fueron los padres de Matías Benicelli , de Luciano y Ciro Pertossi, que se subieron a un auto escoltados por la policía.