Han pasado más de dos semanas desde que Paloma Gallardo y Josué Salvatierra fueron encontrados sin vida en un descampado de Florencio Varela, bajo el puente Bosques. Sin embargo, la investigación sigue sin un rumbo claro y los familiares de las víctimas denuncian irregularidades en el proceso.
El caso ha tomado un giro inesperado luego de que el fiscal Hernán Bustos Rivas, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N°5, solicitara apartarse de la causa. La razón de su decisión habría sido una serie de amenazas por parte del abogado de la familia Salvatierra. Frente a esto, Omar Gallardo, padre de Paloma, manifestó su indignación: "Esto marca lo inoperante de la justicia".
En una reciente entrevista con A24, Omar Gallardo hizo pública su angustia: "A mi familia la tengo en un refugio porque estamos amenazados". Como prueba, mostró ante las cámaras un papel con una sola palabra escrita en mayúsculas: "ASESINO". Con la voz entrecortada, agregó: "Es un atropello a nuestro dolor".
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Según el padre de la víctima, la tardanza en el proceso judicial genera una fuerte sospecha: "Hay temor a que se esclarezca rápidamente para saber quiénes mataron a nuestros hijos". Además, denunció negligencia policial, relatando que pasó más de cuatro horas en una comisaría sin obtener respuestas concretas. "Es una vergüenza, parece que no quieren encontrar a los culpables", afirmó.
En medio de la incertidumbre, la relación entre Paloma y Josué ha sido objeto de múltiples interpretaciones. Omar Gallardo negó categóricamente las versiones que buscaban responsabilizar a su hija por su vínculo con Josué.
"Se lo acusa falsamente, yo sabía del vínculo, pero no conocía a los padres del chico", explicó. Además, minimizó la relación sentimental entre ambos: "Tenían un enamoramiento muy leve".
También criticó la actuación de los investigadores y la posible manipulación de pruebas: "Le inventaron un moretón. Llama la atención cómo se mueve la policía".
Entre los datos más escalofriantes revelados en la investigación, Omar Gallardo confirmó que su hija fue víctima de un ataque sexual.
"Yo vi el cuerpo de mi hija junto al forense y fue un ataque sexual", aseguró, sin dejar margen para dudas.
Antes de finalizar su declaración, sembró una nueva inquietud sobre el repentino apartamiento del fiscal Bustos Rivas: "¿Qué pasó con el fiscal que se apartó luego de la rispidez con la familia de Josué?".
Con la justicia estancada y más preguntas que respuestas, el caso de Paloma y Josué sigue envuelto en un velo de misterio que mantiene en vilo a sus familias y a toda la comunidad.