En un nuevo caso de inseguridad, un niño de 10 años fue baleado durante un tiroteo entre un policía de civil y motochorros en la localidad de Wilde.
El menor, que se encontraba saliendo de un club de barrio junto a su madre después de entrenar, resultó herido de gravedad al recibir dos balazos en la espalda y el tórax. Había sido internado en estado delicado en el Hospital Finochietto y, finalmente, murió.
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Según el testimonio de un vecino que presenció toda la secuencia, el tiroteo se produjo cuando los motochorros intentaron robarle la moto a un policía que se encontraba de civil. El agente, al verse amenazado, dio la voz de alto y se defendió a tiros, desencadenando la violenta situación.
En medio de la terrorífica escena, el niño fue trasladado de urgencia al Hospital Finochietto, donde los médicos lucharon por salvarle la vida: "Perdió cualquier cantidad de sangre", comentó un testigo.
Otra vecina agregó que "el policía de civil dio la orden de alto y empezó la balacera. Después escuché un grito que debió ser la mamá cuando el nene cayó desplomado".
La mujer dijo que las cintas de peligro fueron puestas por los vecinos. "La policía en vez de preocuparse y guardar las pruebas, lo único que hicieron fue agarrar la moto de los ladrones y subirla al patrullero".