En un trabajo en conjunto autoridades judiciales y policiales han logrado evitar lo que podría haber sido un nuevo episodio violento en el contexto de la disputa entre las facciones de barrabravas de Gimnasia y Esgrima según informó Diario Uno.
Durante el día de hoy, se llevó a cabo la detención de uno de los líderes de la facción de la hinchada "Babosa", quien portaba un arma de fuego y se sospecha que estaba planeando vengar el asesinato de su hijo a principios de febrero.
Desde el primer partido que el equipo local, el Lobo, disputó en este año 2024, su hinchada ha experimentado momentos de tensión. El 4 de febrero, se produjo un enfrentamiento entre dos facciones en las afueras del estadio Víctor Legrottaglie.
Uno de los grupos, arraigado en el barrio Jesús Nazareno de Guaymallén, tiene como líder a Ramón Ricardo Balle, de 52 años. El otro está compuesto por jóvenes residentes en el barrio San Martín de la Ciudad. Según las investigaciones, los conflictos no se originan por disputas de poder, sino por desavenencias relacionadas con asuntos personales, posiblemente vinculados a relaciones sentimentales.
Quién era el hincha de Gimnasia de Mendoza que fue asesinado
Aquella jornada, los enfrentamientos se saldaron con heridos tanto del grupo de Guaymallén como del de Ciudad. Nicolás Balle, hijo de Ricardo Balle, perdió la vida tras ser apuñalado en el pecho, mientras que Héctor Darío Pereyra, del otro bando, resultó gravemente herido pero sobrevivió.
A pesar de que aún no se han detenido a los sospechosos del crimen en Ciudad, durante la investigación surgió la sospecha de que Ricardo Balle estaba tramando una venganza por la muerte de su hijo. Se planeaba atacar el micro en el que se desplazaban los jóvenes de San Martín hacia Junín, donde Gimnasia y Esgrima jugó contra Unión de Santa Fe por la Copa Argentina.
Las autoridades actuaron a tiempo, realizando un allanamiento en el domicilio de Ricardo Balle, donde se encontró un revólver calibre .38, lo que resultó en su detención e imputación por tenencia ilegal de arma de fuego. El expediente pasará a manos de la Unidad Fiscal de Delitos No Especializados, que decidirá en las próximas horas si mantiene al barrabrava bajo arresto.
A pesar de que el delito es excarcelable, el individuo cuenta con una condena previa en suspenso por un altercado ocurrido en mayo de 2018 en el ingreso al estadio, donde fue detenido y causó daños al interior del vehículo policial que lo trasladaba a la comisaría.