Martín Ríos, testigo colaborador clave en la causa contra el juez federal Walter Bento, denunció presiones y amenazas del fiscal Dante Vega para inculpar al magistrado en un presunto caso de asociación ilícita. Ríos sostiene que se le proporcionó un “libreto” con instrucciones precisas a cambio de beneficios judiciales, en un proceso que califica como manipulado.
Otros acusados también cuestionaron la imparcialidad del juicio, mientras que nuevos testimonios podrían evidenciar aún más irregularidades en la investigación.
En una audiencia marcada por fuertes denuncias, Martín Ríos, uno de los principales testigos “arrepentidos” en el juicio contra el juez federal Walter Bento, declaró haber sido presionado por el fiscal Dante Vega para seguir un guion que incriminara a Bento en una supuesta red de asociación ilícita. Ríos afirmó que no solo fue coaccionado para testificar en su contra, sino que también se le ofrecieron beneficios judiciales a cambio de adherir a una narrativa previamente diseñada.
"Me dieron un libreto con nombres y roles que debía mencionar como parte de una red criminal, con un supuesto jefe, dos reclutadores y otros miembros" , declaró Ríos en la audiencia. Según su relato, las amenazas no se limitaron a él, sino que también alcanzaron a su esposa, quien habría sido abordada en múltiples ocasiones por agentes que la advirtieron que, si no colaboraba, Ríos sería trasladado a cárceles de máxima seguridad. “A mi esposa le dijeron que mejor me arrepintiera porque, de no hacerlo, me trasladarían a Ezeiza o Rawson” , aseguró.
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Ríos además cuestionó la validez de las pruebas presentadas por la Fiscalía, especialmente el testimonio de Ortega, otro implicado en el caso. Según Ríos, Ortega estaba bajo tratamiento psiquiátrico y, por ende, no se encontraba en condiciones de declarar libre y voluntariamente. “Nos engañaron; Ortega no estaba en condiciones de dar un testimonio auténtico, ya que estaba medicado y afectado en su voluntad”, subrayó, poniendo en duda la integridad del proceso.
A estas denuncias se sumaron las declaraciones de Walter Bardinella, también relacionado en la causa, quien rechazó las acusaciones de haber recibido beneficios del juez Bento. Bardinella señaló: “La prensa lleva años afirmando que obtuve ventajas en la justicia federal por el apoyo de Bento. Fui condenado a 12 años. Me realizaron tres pericias de voz y un reconocimiento, todos negativos, y aún así me condenaron. ¿Dónde están los supuestos beneficios?”, expresó indignado, agregando que teme por su seguridad debido a rumores sobre su colaboración con las autoridades.
Para este jueves se espera la declaración de Matías Aramayo, quien junto con Ríos ya había denunciado en agosto pasado haber sido coaccionado para actuar como colaborador y seguir una versión preestablecida. Ambos aseguran que el fiscal Vega forzó confesiones para apuntalar el caso contra Bento, en un supuesto intento de obtener un respaldo político en la causa.
Las graves denuncias de coacción y presiones sobre testigos clave cuestionan la imparcialidad y validez de las pruebas en el juicio contra Walter Bento, abriendo interrogantes sobre los métodos empleados y la legitimidad del proceso en su totalidad.
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