lorencia López, una de las hijas del playero atacado brutalmente en noviembre último en un estacionamiento del barrio porteño de Monserrat, consideró que el acusado (17) se entregó en la madrugada de este viernes porque "no le quedaba otra posibilidad
"Es todo una estrategia" de su defensa legal, manifestó a Crónica HD.
La joven argumentó que al chico, miembro de la comunidad gitana, le restan "once dias" para cumplir la mayoría de edad y que, cuando eso ocurriera, se iba a poder difundir su rostro en los medios de comunicación, por lo que evitó afrontar una "escrachada tremenda".
"Como (el sospechoso) estaba a once días de cumplir la mayoría de edad, no le quedaba otra. Es todo una estrategia porque sabía que, al cumplir la mayoría edad, se podía enfrentar a una escrachada tremenda, ya que se iba a poder mostrar su rostro", dijo Florencia.
La joven aseguró que ningún integrante de la familia está "arrepentido"
Florencia, en otro tramo de la entrevista concedida a Crónica HD, criticó las declaraciones a la prensa del padre del acusado, quien justificó el accionar de su hijo, acusó al playero Arturo López (66) de discriminarlo "por ser gitano" y dijo que "no era un viejito bueno como lo quieren hacer quedar". El hombre agregó: "Era un reverendo hijo de re mil p... que metió a mi hijo en terrible quilombo".
"Sus dichos demuestran que ni su familia ni él, nadie de ellos está arrepentido", consideró este viernes Florencia.
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El adolescente de 17 años se presentó a la 0.15 de este viernes de manera espontánea en la División Enlace Institutos Alojamiento de Menores y fue alojado en el Instituto Inchausti, situado en la calle Teniente Gral. Juan Domingo Perón 2048, del barrio porteño de Balvanera.
Por su parte, Florencia se mostró pesimista respecto de lo que pueda ocurrir con el sospechoso, al sostener que "este chico va a salir en un mes".
La joven, por último, se refirió al estado de salud de su padre, quien este viernes continuaba internado para su rehabilitación física y cognitiva en el Centro Médico Integral Fitz Roy (CMIFR), ubicado en el barrio porteño de Villa Crespo.
"Mi papá sigue internado, peleándola. No sabemos las secuelas que le van a quedar. Él me reconoce y reconoce a mi hermana. Se hace entender pero no habla correctamente", finalizó.