Un estado de Estados Unidos está listo para autorizar a fusilar a los condenados a muerte cuando no se tenga disponible la inyección letal.
La ley fue aprobada por el Senado de Idaho por 24 votos a favor y 11 en contra. Ahora deberá ser ratificada por el gobernador republicano Brad Little para su entrada en vigor.
El gobernador ya ha expresado su apoyo a la pena de muerte, pero generalmente no comenta sobre la legislación antes de firmarla o vetarla, señala la agencia AP.
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Si finalmente la rubrica, los pelotones de fusilamiento se utilizarán en Idaho solo si el estado no puede obtener los medicamentos necesarios para las inyecciones letales.
Varios estados de Estados Unidos que aplican la pena de muerte tienen graves dificultades para conseguir las sustancias necesarias para una inyección letal, debido a la oposición de los laboratorios farmacéuticos que no quieren ser asociados a la pena capital, reseña la agencia AFP.
Las leyes del estado de Idaho ya permitiían la opción de ejecución por pelotón de fusilamiento pero nunca se había usado.
Esa opción se eliminó de la legislación en el 2009, después de que la Corte Suprema confirmó la legalidad de un método de inyección letal, que se usaba comúnmente en ese momento.
El promotor del retorno al fusilamiento, el legislador republicano Bruce Skaug, dijo a Idaho News que la ley aprobada “es importante para las víctimas, aquellos asesinados, para sus familias y para el imperio de la ley”.
Mientras que para la senadora demócrata Melissa Wintrow el método es “bárbaro”, además de no ser una práctica que “refleje la contención que debemos tener como estado”.
Skaug dijo que impulsó la ley debido a la incapacidad del estado para ejecutar a Gerald Pizzuto Jr. a fines del año pasado. Pizzuto, que ahora tiene cáncer terminal y otras enfermedades, ha pasado más de tres décadas en el corredor de la muerte por su papel en los asesinatos de dos buscadores de oro en 1985, indicó Univisión.
Por lo pronto, el Departamento de Corrección de Idaho estima que costará alrededor de 750.000 dólares construir o modernizar una cámara de la muerte para ejecuciones por pelotones de fusilamiento.
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Los estados donde se puede fusilar
En Estados Unidos, solo Mississippi, Utah , Oklahoma y Carolina del Sur cuentan actualmente con leyes que permiten pelotones de fusilamiento si no se dispone de otros métodos de ejecución, según el Centro de Información sobre la Pena de Muerte. La ley de Carolina del Sur está en suspenso a la espera del resultado de una impugnación.
Desde 1976, dos hombres y una mujer han sido ejecutados por un pelotón de fusilamiento. La última vez ocurrió en el 2010, cuando Ronnie Lee Gardner murió en el estado de Utah.
La organización de derechos civiles ACLU califica el fusilamiento como un método de ejecución “espantoso” y “arcaico”. Agrega que las personas que mueren así “sufren, con toda probabilidad, niveles extremos de dolor y de tortura”.
Ronnie Lee Gardner fue fusilado en junio del 2010 en Utah. Pasó a la historia como el primer preso sometido a pelotón de fusilamiento en Estados Unidos en el siglo XXI. Después de él ya nadie ha sido sometido a ese método de ajusticiamiento.
El reo tampoco quiso que ningún miembro de su familia asistiera a su ejecución y les pidió a cambio que cantaran un tema 'Freebird' ('Pájaro libre') de la banda Lynyrd Skynyrd en un estacionamiento aledaño a la prisión y a la hora estipulada para su muerte.
El pelotón de fusilamiento, compuesto por cinco policías, disparó contra él a siete metros de distancia, en la cámara habilitada en la prisión. Ronnie Lee Gardner permaneció amarrado a una silla, cegado por una capucha y con un blanco cosido a la altura del corazón. Recibió la ráfaga y falleció aparentemente en el acto, según dos de los 25 testigos que contemplaron el fusilamiento a través de un cristal antibalas.
Tenía 49 años cuando murió. Había sido sentenciado a la pena capital en 1985 por el asesinato del abogado Michael Burdell en un intento de fuga. Los familiares y amigos de la víctima pidieron la conmutación de la pena de muerte por la cadena perpetua, pero dicha petición no fue aceptada.
En el 2010, la BBC habló con su abogado defensor, Andrew Parnes, quién explicó las razones por las que su cliente eligió morir fusilado.
Según Parnes, luego de recibir el consejo de una comisión del estado de Utah, el reo sopesó las ventajas e inconvenientes de cada método y se decidió por morir tiroteado.
"No pretendía llamar la atención o atraer publicidad, sino que estaba preocupado por el método, ya que en el último año ha habido malas experiencias en Estados Unidos de personas que han sido ejecutadas con inyección letal ", afirmó Parnes.
La agencia AP recuerda que ante la falta de inyecciones letales, algunos estados comenzaron a renovar las sillas eléctricas como alternativa para las ejecuciones.
Otros han optado por métodos de ejecución no probados. Por ejemplo, Nebraska ejecutó a Carey Dean Moore con una combinación de drogas nunca antes probada que incluía el poderoso opioide sintético fentanilo.
El cóctel letal que recibió Moore estaba compuesto por cloruro de potasio (para detener su corazón), cisatracurio (un bloqueador neuromuscular), diazepam (un sedante) y fentanilo (un opiáceo que ayudaría a dejarlo inconsciente).
Mientras que Alabama ha elaborado un método para ejecutar personas denominado hipoxia de nitrógeno, que priva al cuerpo de oxígeno.
Telemundo explicó que el nitrógeno constituye el 78% del aire inhalado por los humanos y es inofensivo cuando se inhala con oxígeno. Pero si se cambia la composición del aire para que esté compuesto solo de nitrógeno, el recluso se desmayará y morirá por falta de oxígeno.
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Además, durante los últimos meses de la gestión del expresidente Donald Trump hubo 13 ejecuciones. El gobierno federal optó por usar únicamente el sedante pentobarbital para las ejecuciones con inyección letal. También emitió un protocolo que permitía los fusilamientos para ejecuciones federales si fuera necesario.
Cabe precisar que los protocolos utilizados para la ejecución por inyección letal suelen contemplar la administración consecutiva de tres fármacos: el tiopental sódico, con el objeto de inducir la anestesia; después el bromuro de pancuronio, que ocasiona una parálisis de la musculatura del aparato respiratorio; y finalmente el cloruro potásico, que da lugar a un paro cardíaco.
Algunos abogados de reclusos federales que fueron ejecutados solo con pentobarbital argumentaron ante la justicia que los pelotones de fusilamiento en realidad serían más rápidos y causarían menos dolor que la inyección letal, que según ellos causa una sensación similar a ahogarse, explicó la agencia AP.
Sin embargo, en una audiencia del 2019, abogados estadounidenses citaron a un experto que dijo que alguien baleado por un pelotón de fusilamiento puede permanecer consciente durante 10 segundos y que es “muy doloroso, especialmente relacionado con la rotura de huesos y daños en la médula espinal”.