Es probable que la noche anterior, Miguel Ángel Madariaga (28), conocido como "Miguelito", y su hermano Darío Humberto, alias "Lolo", estuvieran consumiendo drogas en una casa del barrio Acuba 1 en Lanús. Se cree que podrían haber estado inhalando una combinación de cocaína con agua y bicarbonato de sodio, que se fuma, o quizás una mezcla de marihuana y pasta base en cigarrillos. También se considera la posibilidad de que hayan consumido pastillas antidepresivas mezcladas con alcohol.
Lo único confirmado es que pasaron la madrugada en compañía de otros cinco jóvenes, algunos de los cuales podrían ser menores de edad, en esa vivienda. Uno de los menores, de tan solo 14 años, podría ser hijo del dueño de la casa. Alrededor de las siete de la mañana, los hermanos Madariaga abordaron una motocicleta con la intención de salir a robar para financiar su consumo de drogas, a lo que comúnmente se refiere como "seguir de gira".
"Son larvas. Cuando se quedan sin droga, salen en moto a larvear", explicó un vecino de Lanús a Clarín que conoce la lógica de grupos como el de los Madariaga. "Salir a larvear" significa cometer uno de los actos más bajos de la delincuencia: robar a un trabajador bajo o a alguien indefenso: un anciano, una mujer o una niña como Morena.
Trágicamente, ese día se cruzaron con Morena Domínguez (11), quien se dirigía a la Escuela Primaria Almafuerte Número 60 en Villa Diamante, Lanús. Minutos antes de las 7:30, cuando debía ingresar a la escuela, los Madariaga la abordaron. Las imágenes de las cámaras de seguridad muestran la agresión: uno de los delincuentes empujó a Morena, quien cayó al suelo, mientras el otro le arrebataba su celular y mochila. A pesar de los intentos de un barrendero y un automovilista por intervenir, la joven perdió la vida minutos después debido a un desgarro en el hígado provocado por el impacto.
Los Madariaga ya tenían un historial delictivo y problemas de adicción a las drogas. Estos individuos, conocidos en el área como "rastreros", suelen ser reincidentes y son reconocidos por sus vecinos. En ocasiones, los afectados por sus acciones toman la justicia en sus propias manos para confrontar a estos criminales.
Es esencial destacar que este trágico incidente pone de relieve el vínculo entre la adicción a las drogas y el comportamiento delictivo en la sociedad. Los casos de personas involucradas en actividades criminales debido a su dependencia de sustancias subrayan la importancia de abordar tanto la prevención de las adicciones como el apoyo a aquellos que luchan contra ellas.