La Justicia argentina dictaminó un fallo inédito que ordena el bloqueo total de la red de piratería audiovisual Magis TV, iniciada en Brasil, y exige a Google deshabilitar la aplicación en todos los dispositivos Android del país. Este contundente golpe, en el marco de la “Operación 404”, derivó en la detención de cinco personas, el desmantelamiento de 675 sitios web y la inhabilitación de 14 aplicaciones ilegales.
La tecnología ilegal, en la mira judicial
La sentencia emitida por el juez Esteban Rossignoli, del Juzgado N°4 de San Isidro, puso el foco en redes de comercialización de TV Boxes en Buenos Aires y Misiones, dispositivos precargados con Magis TV, que se utilizaban para retransmitir ilegalmente señales de televisión por cable. Estos aparatos, de origen clandestino, permitían el acceso a contenidos audiovisuales sin pagar los derechos correspondientes.
Magis TV, la mayor plataforma ilegal de IPTV en Latinoamérica, robaba señales de diversos programadores para retransmitirlas en vivo por internet, lo que la convirtió en una gigantesca red pirata con millones de usuarios en países como Argentina, Brasil, México y otros.
Te puede interesar
La piratería, un riesgo silencioso para los usuarios
Además del robo de contenidos, la instalación de Magis TV en dispositivos como celulares, computadoras y Smart TVs expuso a los usuarios a la descarga de malware y virus, facilitando fraudes bancarios y la venta de datos personales a otras redes criminales. Durante los allanamientos, también se desarticularon otros servicios ilegales de IPTV, como Mospy TV y Federico TV.
LALIGA se suma a la lucha
Javier Tebas, presidente de LALIGA, entidad deportiva que organiza el fútbol profesional de España, elogió la resolución de la justicia argentina; destacándola como un ejemplo mundial en la lucha contra la piratería audiovisual. "La orden de desinstalar Magis TV en dispositivos Android es algo que hemos solicitado en numerosas ocasiones", añadió Tebas, resaltando la importancia de bloquear la infraestructura tecnológica de estas redes.
Con la participación activa de organismos internacionales y la cooperación de empresas tecnológicas, esta operación establece un precedente crucial en la batalla global contra el fraude digital.