A menos de cuatro meses del crimen de Jean Carlos Sosa (26), ocurrido en la noche del 2 de marzo en la Cuarta Sección, la Justicia condenó a los cuatro detenidos que había por el crimen.
Es que los cuatro sospechosos admitieron su autoría y fueron así condenados a penas que van desde los 5 a los 25 años de cárcel.
Se trata de Maximiliano Castillo (23), Walter “Gordo” Díaz (26), Brandon “Huevo” Lucero (21) y Cristian “Negro” Castillo, que confirmaron que fueron las cuatro personas que aquella noche de marzo circulaban en un vehículo, aprovecharon que la víctima estaba guardando su auto y se lo robaron a punta de pistola tras quitarle la vida.
Hasta hoy los cuatro jóvenes se encontraba imputados por homicidio criminis causa, y arriesgaban una pena de prisión perpetua. Sin embargo los abogados defensores llegaron a un acuerdo con el fiscal Carlos Torres para que cambie la imputación a robo seguido de muerte.
La diferencia entre esta calificación es que la muerte no fue planificada, sino que se dio por una circunstancia imprevista (el forcejeo con la víctima). En la práctica, la escala penal bajó a de 10 a 25 años de cárcel.
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Entre todos los acusados Lucero fue quien se llevó la peor parte, ya que recibió una condena de 25 años por ser el autor del disparo fatal. En tanto los Castillo fueron condenados a 15 años de prisión, mientras que Díaz, que nunca descendió del vehículo en el que se trasladaban, fue sentenciados a 5 años de prisión como partícipe secundario.
Fue durante la noche del 2 de marzo cuando Jean Carlos Sosa llegó a su casa ubicada en calle Chenaut al 3120. Mientras su mujer y su hijo entraban a la casa, él corría una moto para poder guardar su vehículo.
Al volver al auto notó que había dos sujetos arriba del rodado. Para evitar el robo Jean Carlos se colgó de la ventanilla del acompañante e inclusive logró hacer bajar a uno de los ladrones. Sin embargo en ese momento recibió un disparo en el costado izquierdo del tórax, muriendo horas después en el Hospital Central.
La investigación se encaminó cuando se detectó que las cámaras de seguridad habían filmado un Peugeot 308 en las inmediaciones del hecho. El mismo rodado había cometido un robo de una camioneta pocos días atrás. Este último vehículo fue recuperado, se hizo una revisión y se encontraron huellas dactilares de los sospechosos.