Recientemente, la cadena internacional de noticias CNN llevó a cabo una entrevista con uno de los hombres más buscados por el FBI y la justicia internacional: Vitel'homme Innocent, líder de una de las mafias haitianas más violentas y responsables del caos en el país.
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Después de intensas negociaciones, el equipo de periodistas, compuesto por David Culver, Caitlin Hu y Evelio Contreras, logró ingresar al territorio controlado por las mafias haitianas a principios de este mes para conversar con Innocent, cuyo grupo armado, Kraze Baryé, ha contribuido al caos en Haití. Aunque es una figura influyente entre los líderes de pandillas, Innocent expresa un deseo de restaurar la paz en el país, aunque bajo ciertas condiciones.
El relato de la entrevista describe el complicado viaje hasta llegar al encuentro con Innocent, atravesando un terreno vigilado por guardias armados y rodeado de la decadencia de lo que alguna vez fue un vecindario próspero. Finalmente, en una mansión lujosa, los periodistas se encuentran con Innocent, quien se presenta como una figura delgada, ataviada con un traje colorido y cargada de joyas, dispuesto a discutir el futuro de Haití.
Sin embargo, la entrevista es controversial, dado el historial de violencia y terror de las pandillas haitianas. Los periodistas recuerdan los horrores que han perpetrado, desde incendios provocados hasta violaciones colectivas, y destacan las sanciones impuestas por las Naciones Unidas contra Innocent por abusos contra los derechos humanos.
Durante la entrevista, Innocent reconoce los errores cometidos por su grupo, aunque los justifica como daños colaterales en un contexto de violencia callejera. Además, argumenta que las muertes han sido causadas tanto por las pandillas como por la policía, y lamenta haberse involucrado en política.
Innocent presenta la alianza de pandillas como una fuerza progresista que busca desafiar a los oligarcas y promover el progreso del país. Sin embargo, exige un asiento en la mesa de negociaciones y plantea demandas, como amnistía para sus miembros y un plan para el futuro de los jóvenes que siguen sus órdenes.
En última instancia, Innocent advierte que, si las pandillas no son incluidas en las conversaciones, buscarán otros medios para hacerse escuchar. Su visión es que, al abandonar las armas, deben contar con un Estado que les garantice un futuro viable.