Rodrigo De Paul y Nicolás Otamendi se hicieron amigos cuando compartieron plantel en el Valencia, durante la temporada 2014/2015. De hecho, el defensor eligió al mediocampista como padrino de Valentín, su segundo hijo. Hoy comparten habitación en la concentración de la Selección Argentina.
Como destacó el capitán, Lionel Messi, una de las mayores fortalezas del equipo es la unión. En este caso, De Paul contó una intimidad con Otamendi que da cuenta de que esta virtud trasciende el campo de juego: “Es un animal, pero son dos personas, porque en la pieza es un osito de peluche”.
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Entre risas, Rodrigo dio detalles de cómo lo cuida su amigo: “Me apaga el iPad, me tapa... Lo amo, es hermoso”. Sin embargo, dejó en claro que luego se transforma: “En la cancha te asesina, de arriba y de abajo”.
Con un poco más de seriedad, el volante de la Scaloneta destacó la importancia del central argentino: “Está en un nivel tremendo y se lo merece más que nadie”.
De Paul, el motor de la Selección argentina
Parece un lugar común, pero responde a la realidad que se demuestra dentro de la cancha. Emiliano Martínez, después del triunfo ante Australia, abrazó a De Paul mientras el volante daba una nota y le dijo: “Te amo, sos mi motorcito”. Según los datos y estadísticas de la FIFA, Rodrigo es el futbolista argentino que más kilómetros recorrió durante la Fase de Grupos, con un promedio de 11 por partido.
Además, el mediocampista del Atlético Madrid batió un récord: en el duelo contra Polonia hizo 137 pases exitosos en 145 intentos, la mayor cantidad lograda por un jugador de la Selección en una Copa del Mundo desde 1966.