La Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo) dio a conocer este miércoles el listado de aspirantes admitidos a sus escuelas técnicas, marcando un retorno a los exámenes tras la controversia de 2023. En el Liceo Agrícola, 36 de los 80 alumnos seleccionados ingresaron con un promedio de 7, mientras que las listas correspondientes a la Escuela de Agricultura de General Alvear ya están disponibles en su página web oficial.
Una solución tras el caos
La decisión de regresar al sistema de exámenes surgió luego del escándalo del año pasado, cuando más de 1.000 aspirantes con promedio perfecto saturaron las vacantes de las seis escuelas de la UNCuyo. En ese momento, una selección aleatoria dejó a 160 estudiantes fuera, lo que desató un fuerte debate y forzó la incorporación de estos alumnos de manera excepcional. Este antecedente llevó a la universidad a reimplementar pruebas para garantizar un proceso más equilibrado.
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Próximos pasos para los ingresantes
La directora general de Educación Secundaria de la UNCuyo, María Ana Barrozo, explicó que los estudiantes que han obtenido una vacante deberán confirmar su matrícula entre el jueves 28 y el viernes 29 de noviembre, de manera presencial en las respectivas instituciones.
Para aquellos que no logren concretar su inscripción en esta instancia, se habilitará un segundo listado de méritos basado en las vacantes remanentes. Este nuevo listado se publicará el lunes 2 de diciembre, y la matrícula correspondiente se realizará el martes 3 de diciembre.
Información clave para los interesados
Los aspirantes pueden consultar detalles y requisitos en los portales del Liceo Agrícola y Enológico y la Escuela de Agricultura de General Alvear, además de contactar por correo electrónico o teléfono. La UNCuyo también anunció que el 9 de diciembre dará a conocer los listados de mérito para otras escuelas como la de Magisterio, Martín Zapata, el CUC y el DAD.
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Un sistema ajustado para garantizar equidad
Con el retorno a las evaluaciones, la universidad busca evitar las complicaciones del pasado y ofrecer un proceso de ingreso más justo. Este cambio refleja un esfuerzo por equilibrar la calidad educativa con la alta demanda, en un contexto donde los promedios perfectos ya no son garantía de admisión.