Luego de haber transitado en 2020 uno de los años más complejos en la historia de la compañía, Sergio Affronti, el CEO de YPF, ve señales positivas en el proceso de normalización que, sostiene, se está consolidando. En la entrevista con Ámbito, dirá que esto le permite ser optimista hacia el futuro y que incluso los resultados vienen mejorando como consecuencia de una gestión atenta a la profundización de eficiencias en el marco del ambicioso programa lanzado a mediados del año pasado. Suma en ese diagnóstico el plan de recupero y optimización de la producción encarado como parte del plan de inversiones para este año, acompañados por una recomposición de la demanda de combustibles y una gradual recuperación en los precios en surtidor.
Periodista: Estamos promediando el 2021. ¿Cuál es el balance que hacen desde YPF de este año?
Sergio Affronti: En el primer trimestre del 2021 logramos una sólida recuperación de la rentabilidad que se vio reflejada en un EBITDA tres veces mayor que el trimestre anterior, resultando tan solo un 10% inferior a igual trimestre del 2020, lo que nos permitió reducir la deuda financiera neta en unos 900 millones de dólares durante los últimos 12 meses, alcanzando el menor valor registrado desde 2015, aun a pesar de haber puesto en marcha prácticamente sin demoras el agresivo plan de inversiones trazado para el año. Reanudamos por completo la actividad, completando y poniendo en producción 48 pozos de los cuales 34 fueron en el no convencional, alcanzando el récord de pozos horizontales completados en un trimestre en Vaca Muerta. Este esfuerzo compartido, buscando eficiencias y trabajando en equipo con proveedores y sindicatos, nos permitió incrementar la producción total de la compañía un 3% en el primer trimestre del año respecto al trimestre anterior. Por un lado, la producción de shale creció un 11%, apuntalada especialmente por el core hub de shale oil, integrado por los bloques de Loma Campana, La Amarga Chica y Bandurria Sur, que alcanzó en abril valores cercanos a los 43.000 barriles diarios, y esperamos cerrar el año con un crecimiento en la producción del 60% respecto a diciembre del año pasado.
P.: Han puesto el énfasis también en la innovación tecnológica…
S.A.: Sí, gracias a eficiencias logradas mediante la continua aplicación de mejoras en procesos, innovaciones y prácticas de nivel mundial, seguimos logrando récords operativos en la actividad. De hecho, el mes pasado realizamos 484 etapas de fractura con 3 sets de fractura trabajando en forma continua, la mayor cantidad de fracturas mensuales realizadas por una compañía en Vaca Muerta y obtuvimos un récord de 195 etapas con un set en un mes, eficiencia comparable al Permian en los Estados Unidos. Por otro lado, en el convencional, seguimos minimizando el declino natural de nuestros campos maduros con aplicación de tecnología y recuperación asistida. Continuamos teniendo muy buenos resultados en Chubut, especialmente en Manantiales Behr, donde a pesar de ser un área de más de 90 años de producción hemos alcanzado en abril un nuevo récord, apuntalado por la producción secundaria y unos 5.400 barriles de petróleo diarios de terciaria. Y en base a estos buenos resultados, esperamos masificar la recuperación asistida en otras áreas maduras con la incorporación de al menos 10 nuevas plantas de inyección de polímeros entre este año y principios del próximo en las provincias de Santa Cruz, Mendoza y Chubut.
P.: La pandemia del covid-19 golpeó más fuerte de lo que nadie imaginó y generó, y sigue generando, profundas disrupciones a escala mundial. ¿Qué diagnóstico cabe?
S.A.: Este escenario tan complejo evidenció una situación muy delicada en YPF tanto a nivel operativo como financiero, que contaba con raíces más profundas que la pandemia, pero que la pandemia desde ya profundizó. Como consecuencia, tuvimos que actuar rápidamente y tomar las medidas necesarias para mantener las operaciones ininterrumpidas, continuar abasteciendo de energía a los argentinos volviéndonos esenciales, a la vez que cuidamos como prioridad absoluta la salud y la seguridad de nuestros trabajadores directos e indirectos y de nuestros clientes. La pandemia también nos obligó a proteger las finanzas de la compañía en un contexto de fuerte caída de los ingresos, lo cual tuvo un gran impacto en el nivel de actividad que sufrió una fuerte contracción. Pero tomamos esta crisis también como una oportunidad y nos replanteamos la manera en la que veníamos haciendo las cosas, buscando nuevas formas más eficientes de trabajar, apalancándonos en la tecnología, la digitalización y el talento de nuestra gente, y sumando a sindicatos y contratistas en la revisión de procesos para lograr una mayor eficiencia en las operaciones. Nos encontramos ahora en la consolidación y profundización de las eficiencias logradas.
P.: La fuerte caída de la demanda llevó al sector de los hidrocarburos a exportar crudo en volúmenes y tipos que no eran los que habitualmente se hacían. ¿Piensa que las ventas al exterior se van a poder sostener durante los próximos meses y en el 2022? ¿Cuál es el objetivo de YPF?
S.A.: El objetivo de YPF es consolidar y profundizar los niveles de eficiencia logrados, permitiendo un importante crecimiento de su producción de hidrocarburos para no sólo garantizar el abastecimiento al mercado local sino también colocar su producción en los mercados de la región y del mundo. Los recursos que tiene Vaca Muerta son de escala mundial, lo cual nos permite vislumbrar un futuro con gran capacidad exportadora, no sólo para YPF sino para todos los actores del sector, aprovechando las grandes mejoras operativas logradas que están llevando al activo a condiciones de competitividad internacional. Y pensamos no sólo en exportaciones de crudo, sino también productos refinados. Y vemos la posibilidad de exportar no sólo crudo, sino también productos refinados, lo cual presenta una muy buena oportunidad en casos de caída de demanda local. De hecho, en 2021 y luego de 12 años sin hacerlo, volvimos a exportar gasolinas a Bolivia por unos 65.000 m3. Y a fines del año pasado también exportamos gasolinas a Uruguay por primera vez en 16 años.
P.: ¿Cómo imagina el futuro de la producción de hidrocarburos en el país en el contexto de la transición energética?
S.A.: Estamos en un contexto marcado por el imperativo del cambio climático que interpela a la economía en general y a la industria energética en particular a una profunda transformación, con el objetivo de reducir la huella de carbono y volvernos más eficientes y sustentables en la generación de energía. Mientras avanzamos en el camino de la transición, tenemos que seguir trabajando en volver nuestra producción de petróleo y gas cada vez más eficiente en emisiones y uso de recursos, conscientes de que los hidrocarburos nos seguirán acompañando durante varias décadas, no sólo como combustibles sino también como insumos en la química, la construcción, la medicina, la siderurgia, el agro, entre otros. Y sobre todo, por su valor para nuestro país, donde representan, especialmente en Vaca Muerta, una oportunidad única para su crecimiento económico y generación de divisas. Nuestra ventana de oportunidad es angosta, debemos aprovecharla aquí y ahora, acelerando la producción de manera competitiva y sostenible, y contribuir así a la reconstrucción del país y al bienestar de todos los argentinos. En este sentido, nos hemos propuesto metas concretas de reducción de un 10% de las emisiones de carbono equivalente de nuestras operaciones al 2023, que ya estamos logrando, y esperamos en breve poder proponernos metas aún más ambiciosas para asegurar una producción que sea rentable y a su vez baja en carbono. Asimismo, estamos contribuyendo al debate al más alto nivel internacional a través de nuestra participación como Co-Chairs del Grupo de Energía y Eficiencia de Recursos del Business 20 Italia 2021, el capítulo empresarial del G-20, además de nuestra presidencia en la Red de Pacto Global de las Nacionales Unidas en la Argentina. Y nos estamos preparando para la transición energética, invirtiendo en generación térmica eficiente y en generación renovable a través de YPF Luz, que recientemente ha puesto en marcha el Parque Eólico de Los Teros II en la provincia de Buenos Aires, que sumado a los Teros I tiene una capacidad de generación de 175 MW. Y en pocos meses se pondrá en marcha el Parque Eólico de Cañadón León en la provincia de Santa Cruz con una capacidad de generación de 122 MW. También estamos comenzando a explorar oportunidades en el negocio del litio y su cadena de valor, y traccionando la industria a desarrollar nuevas soluciones energéticas como el hidrógeno a través del consorcio H2Ar liderado por Y-TEC, nuestra compañía de I+D.
P.: El 2020 fue un año de caída de inversiones producto de la crisis pandémica. ¿Cómo es la proyección de inversiones que tienen para el 2021 y 2022?
S.A.: Una lectura de la evolución de los últimos años de YPF permite identificar que tanto la inversión como la producción de gas y petróleo se encontraban en retracción con anterioridad al 2020, situación profundizada luego por la pandemia. Para revertir esta tendencia nos propusimos comenzar un camino sostenido de aumento de las inversiones, pero en el marco de una estructura de costos más eficiente, que nos permita recuperar la capacidad de producción sustentable y generar un ciclo de crecimiento virtuoso. Este año prevemos invertir 2.700 millones de dólares, de los cuales 2.100 millones de dólares se destinan al negocio de Exploración y Producción. En cuanto a tipo de yacimiento, estamos invirtiendo 800 millones de dólares en el convencional para masificar los proyectos de recuperación asistida, desarrollar gas e inversiones que permitan abrir nuevos frentes de producción, y 1.300 millones de dólares en el no convencional para acelerar la producción en Vaca Muerta (un incremento de más del 110% respecto a las inversiones en 2020). Con este ambicioso plan confiamos en poder comenzar a revertir la caída de la producción de los últimos años, además de seguir el camino que iniciamos durante la pandemia, de hacer más eficientes los recursos que asignamos a cada proyecto, y obtener así mayor impacto por cada dólar invertido. Como resultado de estos esfuerzos, estimamos para la segunda mitad del año un crecimiento del 5% en la producción de petróleo y del 8% en gas comparado con el mismo período del 2020. Por otro lado, con una inversión de unos 400 millones de dólares en Refino y Comercialización, nos estamos focalizando en adaptar nuestras refinerías para la industrialización de crudo liviano proveniente de Vaca Muerta, produciendo combustibles más sustentables y con la calidad que nuestros clientes requieren. Asimismo, en línea con lo anterior, maximizaremos la experiencia de nuestros clientes a través del plan de transformación y modernización de la red de estaciones de servicio y el ofrecimiento de servicios digitales ágiles y customizados.
P.: El objetivo es siempre impulsar la producción…
S.A.: Estoy convencido de que tenemos la capacidad de embarcarnos en una nueva etapa de importantes inversiones que genere un fuerte crecimiento de producción de petróleo y gas, permitiendo de esta manera poner en valor nuestros recursos y generar importantes saldos exportables con el consiguiente efecto positivo en la generación de divisas para el país. Tan solo en lo que respecta a la actividad proyectada en nuestro core hub de shale oil, tenemos la expectativa de alcanzar un plateau de producción de petróleo por 10 años de alrededor de 180 mil barriles diarios a partir de 2026, incluyendo el desarrollo de un cuarto bloque conformado por Aguada del Chañar. Para tener dimensión, el nivel de producción proyectada para estos cuatro bloques equivale a cerca del 90% de la producción total de petróleo de nuestra compañía durante el año pasado. A su vez, podemos vislumbrar un escenario de nuevos proyectos industriales particularmente en lo que respecta al aprovechamiento de los recursos de gas, generando valor agregado y posibilitando a futuro la exportación de gas licuado y productos derivados. Medidas como el proyecto de nueva ley de hidrocarburos, anunciada recientemente por el Poder Ejecutivo, permitirían dinamizar importantes inversiones en toda la cadena de valor del sector y así contribuir sustancialmente con estos objetivos. En ese sentido, entendemos que dicha ley comprendería cláusulas para incentivar producción incremental de petróleo no sólo para satisfacer la demanda local, sino también para colocar en los mercados internacionales, asegurando a los productores la posibilidad de exportar volúmenes adicionales y de disponer libremente de parte de las divisas generadas. Por otro lado, en cuanto al mercado de gas natural, incentivaría la producción de manera sostenible, estableciendo esquemas de contractualización de largo plazo, asegurando la exportación 365 días al año y fomentando proyectos de industrialización y valor agregado como el gas natural licuado y los fertilizantes.
P.: ¿Cuál es plan de trabajo que lleva adelante YPF para el Plan Gas 4?
S.A.: La Argentina cuenta con vastos recursos de gas natural que necesita poner en valor para abastecer la demanda de una matriz considerablemente gasífera. En ese sentido, el Plan Gas 4 ofreció un contexto de reglas y oportunidades que permitió la vuelta de YPF a la producción de gas en forma sustentable en el tiempo, ya que asegura previsibilidad de precio y plazos contractuales razonables para desarrollar de forma rentable nuestros recursos. Fuimos la empresa que más gas ofreció en la licitación y estamos confiados en que vamos a poder cumplir con los casi 21 millones de metros cúbicos día que nos comprometimos a inyectar en el sistema. Para alcanzar ese resultado, tenemos planificado invertir más de 500 millones de dólares solo en 2021 y más de 1.500 millones en los cuatro años que dura el Plan. Los bloques centrales desde dónde provendrá el gas se ubican principalmente en Vaca Muerta: Aguada la Arena, Rincón del Mangrullo, Aguada Pichana Este y Oeste y La Calera, y también en tight gas como es el caso de Río Neuquén. En cuanto a los volúmenes de gas comprometidos, incluso pese a los serios inconvenientes que hemos debido atravesar producto de los cortes de ruta que afectaran severamente las actividades programadas para el mes de abril y principios de mayo en la provincia de Neuquén, en los últimos días pudimos alcanzar los volúmenes diarios comprometidos los cuales esperamos no sólo mantener sino superar durante el mes de junio.
P.: ¿Cómo está financieramente la empresa?
S.A.: Gracias a los esfuerzos de cuidado de caja y disciplina financiera, y apuntalado también por el acompañamiento de nuestros inversores en los canjes de deuda ejecutados en julio del año pasado y a comienzos de este año, YPF cuenta actualmente con una posición financiera saludable. Por un lado, la mejor rentabilidad y generación de caja permitieron una importante reducción del stock de deuda financiera como ya comenté anteriormente, mientras que el perfil de vencimientos de corto y mediano plazo no presenta desafíos significativos. Nuestro foco está en consolidar los buenos resultados del primer trimestre, pero siendo conscientes que el contexto continúa siendo desafiante en el marco de la incertidumbre generada por la evolución de la pandemia. Vamos a seguir trabajando en un plan consistente de profundización de las eficiencias, con una estricta asignación de capital a aquellas actividades rentables que permitan desarrollar nuestra actividad principal de gas y petróleo, en un marco de prudencia financiera, que nos permita en los próximos años volver a consolidar a YPF como motor del desarrollo del país.