El director general del Servicio Penitenciario de Mendoza, Eduardo Orellana, junto con autoridades de complejos y unidades penales, fue el encargado de recibir a una nueva camada de agentes penitenciarios, que ya se encuentran en condiciones de incorporarse al escalafón de seguridad de esta fuerza.
El acto de colación tuvo lugar en el Instituto de Formación Penitenciaria (Infope) y permitió no solo que estos nuevos agentes pudiesen estar acompañados por sus familiares, sino también que disfrutaran de la primera presentación de la banda de música del Servicio Penitenciario de Mendoza “San Miguel Arcángel”, dirigida por su director, maestro de banda, subalcaide José Alberto Cambria.
Por otra parte, el capellán mayor del Servicio Penitenciario, padre Marcelo de Benedectis, efectuó una invocación religiosa e instó a todos los presentes a transitar este nuevo camino qe comienzan con fe y esperanza.
En este sentido, Orellana destacó que “Mendoza siempre ha sido pionera en materia penitenciaria. Fue, incluso, en 1865, la primera institución del país en tener un reglamento interno. Pero sabemos también que no hay cárceles que puedan funcionar sin su recurso humano, es allí en donde se destaca fundamentalmente su figura”.
“Ustedes acaban de completar la etapa primaria de conocimiento, trabajar con personas es, sin duda, una de las profesiones más difíciles. El conocimiento adquirido durante este curso es una puerta de bienvenida. Vendrá después una segunda etapa, donde tendrán que desarrollar nuevas habilidades, como la empatía, la escucha activa, el manejo del umbral de la paciencia y saber administrar los conflictos”, continuó la máxima autoridad del Servicio Penitenciario provincial.
Para finalizar, Orellana agradeció a los docentes e instructores por su incansable esfuerzo y a la familia de los agentes, por el apoyo brindado. Agregó que “la actitud para ser honestos, ideológica y físicamente, la actitud para siempre decir la verdad y para enfrentar momentos difíciles debe estar siempre presente, a lo largo de toda su carrera”.
Curso de ingreso
El XX Curso de Formación de Aspirantes a Agentes Penitenciarios del Escalafón de Seguridad estuvo dividido en dos cohortes. La primera, que finalizó en octubre y asistieron 53 efectivos, y la segunda, que culminó en diciembre, con 55. En ambos casos, contaron con una duración total de 902 horas reloj.
Allí, los aspirantes cursaron materias referidas a la comprensión de textos y ética, al marco jurídico del Servicio Penitenciario, asignaturas como derecho constitucional, derecho procesal penal, derechos humanos y el estudio del régimen de ejecución penal, entre otras.
El objetivo es que quienes se gradúen adquieran, a lo largo del cursado, herramientas técnicas, jurídicas y humanísticas necesarias para poder desempeñar las tareas de mando dentro de las cárceles.
Además, los aspirantes fueron instruidos en técnicas y procedimientos de seguridad penitenciaria, como defensa personal, primeros auxilios, requisas, traslado de internos y uso responsable del armamento, a fin de que quienes ingresen tengan idoneidad de tiro.
Menciones honoríficas
El acto sirvió también para que quienes lograron alcanzar los tres promedios finales más altos sin haber recibido sanciones fuesen destacados con una mención honorífica.
En el caso de la primera cohorte, el mejor promedio fue obtenido por Fiamma Candela Becerra; el segundo, por Octavio Rogelio Escudero, y el tercero, por Juan Manuel Méndez.
En tanto que, para la segunda cohorte, el mejor promedió fue para Marianela Ailén Picchio, seguida por Agustina Cortez y Florencia Mailén Tormo.