Con arte, empatía, aguja y tinta, Diego Starópoli pasó por Godoy Cruz para tatuar a mujeres que atravesaron el cáncer de mama. Desde Buenos Aires hasta Ushuaia, pasando por Río Negro y Neuquén para luego llegar a Mendoza, este reconocido tatuador y fundador de Mandinga Tattoo estacionó con su motorhome en la Casa del Futuro y allí superó las 1730 mujeres tatuadas con un objetivo solidario.
El artista hace tatuajes sin costo a quienes padecieron la enfermedad. Específicamente, la reconstrucción de areolas mamarias. La iniciativa surgió hace 8 años, aunque su paso por la provincia es parte de un viaje junto a su familia que comenzó en Ushuaia y terminará en Alaska. "Esto que hicimos en Godoy Cruz lo vamos a replicar en los 14 países por los que pasaremos", narró.
Respecto a cómo y por qué se suman las mujeres a esta propuesta, Starópoli relató: "Lo primero que piensan cuando les diagnostican la enfermedad es que quieren vivir". "Después viene un proceso médico, que incluye quimioterapia, pérdida de pelo", siguió.
Luego, explicó que "cuando empiezan a mejorar piensan en la posibilidad de ponerse una prótesis y cuando ya la tienen, siguen viéndose sin su areola mamaria. Ahí es cuando cobra relevancia nuestro laburo, que es devolverle visualmente la forma a la mama que ya no tienen".
Después de tatuarse sobre una cicatriz, Miriam Quiroga, de Junín, contó: "Siempre quise dar el paso y no me animaba y ahora, cuando lo vi, dije es el momento". Estoy muy emocionada, cuando tenía 17 años tuve un tumor, era muy chica, no entendía nada, estaba perdida. Es un recuerdo doloroso. Después me quedó esa marca del corte", recordó.
Finalmente, la profe de Inglés, se refirió a la importancia del proyecto. "Es la oportunidad de solucionar algo, siempre queda esa marca que nos hace sentir incómodas o no a gusto con nosotras mismas", cerró.