Desde el inicio de la temporada, el mencionado organismo viene advirtiendo que las altas temperaturas, el incremento de la masa de combustible y la ausencia de lluvias son factores determinantes de peligro de incendios, sobre todo en zonas turísticas en las que el comportamiento irresponsable de algún visitante -que deja brasas mal apagadas luego de un fuego- , ocasiona incendios como el del lunes 17 que tuviera inicio a la vera del río Mendoza, Luján de Cuyo, llegando prácticamente hasta viviendas localizadas en la zona.
En los últimos meses, la Provincia, a través del Plan Provincial Manejo de Fuego vino implementando una sostenida campaña de capacitación en zonas rurales y operativos preventivos en zonas turísticas como Villavicencio, Potrerillos y Cacheuta para evitar incendios como sucedió y ocurre actualmente en otros puntos del país.
Mendoza planificó con tiempo el trabajo preventivo y de eventuales situaciones en temporada estival. Para ello, la provincia destinó cerca de $2.000.000 para reparación y mantenimiento de las distintas unidades forestales utilizados en incendios. Además, empleó otros $2.000.000 para la adquisición de equipamiento, entre ellos, kits de “ataque rápido” –consistentes en tanques equipados con motobombas con los que se equipan vehículos doble tracción- los cuales permiten que vehículos más pequeños ingresen a ciertas áreas inaccesibles para el resto de las unidades forestales (medianas y pesadas). También se invirtió en recurso humano, contratando 20 brigadistas de refuerzo, esto como personal de apoyo, desde diciembre a abril.
Sin embargo, a pesar de haber solicitado oportunamente los medios aéreos antes del inicio de la temporada de alto riesgo de incendios -como es habitual- y luego de declarada la Emergencia Ígnea Nacional, al día dela fecha no ha podido contar aún con dichas aeronaves provistas comúnmente por el Servicio Nacional de Manejo del Fuego. “Disponer de un avión o helicóptero permite contar con una herramienta que nos da la posibilidad hacer una labor más eficiente a la hora de detectar focos de incendios y efectuar un ataque inicial, ya que se reduce notablemente la superficie afectada, minimizando además el riesgo del personal y el empleo de recursos que demanda cada acción”, expresó Diego Martí, Coordinador del Plan Provincial Manejo de Fuego. Luego el funcionario se explayó explicando que en el incendio de Alvear (La Media Luna) -que implicó un esforzado y coordinado combate de Brigadistas del Plan y vecinos colaboradores durante 3 días ininterrumpidos-, la alerta temprana y el ataque inicial que permite una operación aérea, hubiera reducido considerablemente el área afectada y el tiempo de combate del incendio. Esta situación, ante una simultaneidad de incendios -como ya ha ocurrido-, podría complicar las acciones operativas debido a la movilización dinámica de recursos y la logística que estas situaciones requieren.
En Mendoza la Ley Provincial 6.099, a través de su Decreto reglamentario 768/95 (Art. 33), prohíbe terminantemente hacer fuego en proximidades de la vegetación, sólo está permitido en campings o predios habilitados a tal fin. También el artículo 135 del Código de Contravenciones -Ley 9.099- prevé fuertes multas y hasta arrestos por encender fuego en zonas no autorizadas.
Muchos de los siniestros ocasionados en la Provincia se deben a causas humanas, principalmente, a fuegos de “limpieza” en predios o a brasas de fuegos que no se apagan correctamente con agua, controlando que estén complemente frías. “Periódicamente realizamos operativos dirigidos a la población, para prevenir y denunciar a quienes de forma intencional provocan estos desastres que terminan afectando a la flora, fauna y el ambiente. Los incendios en las zonas con afluencia turística, son incidentes perfectamente evitables.” aseveró el coordinador del Plan Provincial Manejo de Fuego.
Cada vez que se inicia un incendio forestal se pone en juego la vida de las personas, los bienes, la biodiversidad y el patrimonio ambiental de nuestra provincia. Una de las razones por las que estos siniestros tienen origen -sobre todo en temporadas estivales- es por causas humanas. Es el caso de picnics o asados donde se dejan brasas mal apagadas en espacios agrestes donde hay material combustible de fácil encendido y propagación. Debemos tomar conciencia de que la flora autóctona de la Provincia se comporta como material combustible “muerto” ante la existencia de fuego y por ende de gran combustibilidad, esto debido al bajo contenido de humedad y el alto contenido resinoso, características propias de la flora xerófila adaptada para vivir en lugares o ambientes secos.