Una primera inversión de 7.240.400 de pesos permitió mejoras edilicias, equipamiento y contratación de equipos interdisciplinarios, mientras que la segunda, que alcanzó los 6.118.000 de pesos, fue destinado a asistencia nutricional, atención temprana, promoción de la salud, capacitación y formación destinada a familias y personal de los establecimientos.
El acuerdo celebrado entre ambas partes incluyó la contratación de psicólogos, psicomotricistas, terapeutas del lenguaje y profesores de educación física, teatro y música para trabajar en parejas pedagógicas con las docentes de los jardines maternales.
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“Es un plan que se presentó a Nación, que se preparó desde la Secretaría de Gobierno, acompañando de las maestras de los jardines, para conseguir fondos para distintas mejoras en los jardines maternales del departamento. Y estos fondos se recibirán de forma semestral durante los próximos dos años. Se busca cuidar y estimular chicos de entre 45 días y 4 años, ofreciendo atención y contención en busca de que crezcan sanos, con una correcta asistencia nutricional y con estimulación temprana a través de juegos y actividades lúdicas”, explicó Héctor Ruiz, intendente de Junín.
Además del jefe comunal, estuvieron presentes Sebastián Salinas, secretario de gobierno; directoras de los jardines maternales y de la Coordinación de Educación del Municipio.
Un futuro para todos
Un buen comienzo en la vida garantizará un futuro sostenible para todos. Los primeros mil días (embarazo y dos primeros años de la infancia) son una ventana única de oportunidades. Si los niños no pueden expandir su potencial social y de desarrollo, esto no solo perjudica su futuro, sino también el de las sociedades en las que viven.
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La falta de crecimiento en los primeros años de vida tiene efectos nocivos sobre la salud de los adultos y el capital humano, incluyendo enfermedades crónicas, baja escolaridad y bajos ingresos. Estos déficits y desventajas persisten incluso en la generación siguiente, lo que favorece la perpetuación de la pobreza.
Un óptimo desarrollo es el derecho de cada niño, comienza en el momento de la concepción y depende de una buena alimentación y de un entorno sano y afectuoso.
La evidencia muestra que los niños pequeños tienen mejor oportunidad de maximizar su potencial cuando están bien nutridos, atendidos de manera responsiva, con oportunidades de aprendizaje desde su nacimiento y protegidos de la enfermedad, la violencia y el estrés.