Legisladoras, referentes y candidatas como Anabel Fernández Sagasti, Flor Destéfanis, Marisa Uceda, Cecilia Juri, Tina Morán, Laura Soto, Laura Chazarreta, Adriana Cano, Gabriela Malinar, Flor Décima, Sonia Quiroga y Paloma Scalco, entre otras, se sumaron a las mesas de debate.
Hubo presencia de los departamentos de Mendoza en el Club ATSA del Challao. Se trabajó en cinco comisiones: Educación, cultura y deporte, Justicia, Trabajo, Salud y Políticas de género. Durante varias horas se debatió sobre distintos temas, en lo laboral se vio con preocupación la quita de derechos como las indemnización por despido, también se intercambió sobre una ley que prohíba el cierre de los SEOS, junto con la posibilidad de ampliar la licencia por nacimiento.
En cuanto a la justicia, uno de los temas centrales fue el pedido de modificación del Código Procesal para que acelerar la búsqueda de las chicas que desaparecen. Por otro lado, volvió a surgir como demanda en educación el boleto educativo gratuito para todos (docentes/alumnos/ padres) y la imperiosa necesidad de mejorar la conectividad en toda la provincia.
En el cierre, la diputada nacional Marisa Uceda apuntó que muchos de los pedidos ya se están trabajando como proyectos de Ley y agregó que “tenemos una compañera como Anabel que empuja para que lleguemos todas. Porque cada vez que llega una de nosotras, llegamos el movimiento feminista popular entero. No duden que no es lo mismo que esté Anabel a que esté Cornejo en el Senado. Porque Anabel siempre ha tenido muy claro de qué lado está, del lado de nuestro pueblo”, resumió.
A su turno, la intendenta de Santa Rosa, Flor Destéfanis contó cómo empezó a trabajar desde una perspectiva de género. También recordó el comentario de Alfredo Cornejo en Santa Rosa, “se animó a ir a la casa de una intendenta mujer a decir que nos manejan los varones. ¿Eso es lo que nosotros tenemos como representante en el Congreso de la Nación?, interpeló.
Por último, la candidata a renovar su banca, Anabel Fernández Sagasti reflexionó cómo la pandemia agravó la situación de violencia de género y se preguntó “¿De qué estamos hablando cuando hablamos de elecciones? De sacar fuerza, de dónde no nos quedan, pensando en las que están parando la olla, pidiendo por agua, por seguridad, por trabajo en cada barrio de Mendoza”.
Fernández Sagasti apuntó que la principal diferencia entre el FDT y JXC es la empatía. “Es la posibilidad de ponernos en el lugar del otro y no parar hasta que las cosas cambien. Nos hierve la sangre cuando hay compañeras que explican que no tienen agua porque al intendente no se le da la gana de traer agua a los barrios de Las Heras”, razonó.
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