La creciente oleada de tours de compras hacia Chile, impulsada por la diferencia de precios, enfrenta un freno en Mendoza. Autoridades provinciales, alarmadas por el colapso en la aduana y una serie de accidentes viales mortales, solicitaron al Gobierno Nacional y a la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) limitar la cantidad de micros que cruzan diariamente por la Ruta Nacional 7, principal vía del Corredor Bioceánico.
Medidas bajo análisis
El ministro de Producción, Rodolfo Vargas Arizu, propuso reducir el flujo a 25 colectivos diarios y reforzar los controles en los puntos de partida de los vehículos. “Es inaceptable gestionar una aduana diseñada para seis botellas, pero con doce adentro”, graficó, subrayando que actualmente unos 50 micros cruzan por día, transportando a miles de personas.
Además, solicitó que los colectivos partan exclusivamente desde terminales autorizadas, con horarios registrados y permisos oficiales, eliminando la operación desde plazas o puntos informales.
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Seguridad en el foco
El pedido llega tras una serie de accidentes fatales en Alta Montaña que dejaron cuatro muertos en lo que va de diciembre, una cifra similar a la registrada habitualmente durante todo el verano. La preocupación llevó al Gobierno mendocino a proponer una serie de mejoras en los pasos fronterizos, entre ellas:
- Áreas de descanso: Instalación de puntos con baños y agua caliente en Los Penitentes y Polvaredas para evitar congestionamientos en la aduana.
- Tecnología avanzada: Cámaras, drones y un sistema de comunicación Tetra, coordinado con Gendarmería, para vigilar puntos críticos de la Ruta 7.
La otra propuesta que quedó descartada
Vargas Arizu también sugirió desviar los tours de compras hacia el paso Pehuenche, en Malargüe, a través de la Ruta Nacional 145. Sin embargo, cuestiones legales e institucionales impidieron implementar esta medida.
Crisis logística en la Cordillera
La demanda generada por los tours de compras, sumada al tránsito vacacional, desbordó la capacidad de las instalaciones fronterizas y puso en jaque la seguridad vial en una zona clave del comercio y el turismo. Mendoza busca una respuesta rápida para evitar que la situación empeore en plena temporada alta, mientras los usuarios aguardan soluciones que no limiten su movilidad, pero sí garanticen su seguridad.