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Los vecinos de Tres Porteñas están felices con la obra de agua potable

Indicaron que era una obra largamente esperada y que había sido solicitada a la gestión del exintendente Jorge Omar Gimenez. Demostraron su apoyo a la iniciativa del actual jefe comunal de San Martín, Raúl Rufeil

Redacción
24/10/2022 11:24
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Vecinos del distrito de Tres Porteñas, en el departamento de General San Martín, Mendoza, manifestaron estar de acuerdo, y contentos, con la recientemente inaugurada obra de agua potable localizada en la Escuela Número 1229 “España” cuya red discurre sobre el Carril San Pedro. La conexión abastece a cientos de familias cuyos niños asisten al establecimiento escolar.

Así lo hicieron saber públicamente luego de sentirse afectados por una versión que había indicado que estaban bebiendo agua contaminada gracias a las publicaciones -en las redes sociales como Twitter- realizadas por Rubén Cuello, un militante justicialista del distrito de Palmira, del mismo departamento del Este mendocino.

Fueron unos 30 los vecinos, en su mayoría mujeres, quienes se reunieron en una vivienda particular, a unos 50 metros del predio educativo, quienes al unísono se expresaron a favor de la obra pública encarada por la gestión del intendente Raúl Rufeil. El jefe comunal ha venido siendo blanco de críticas muy duras que hasta generó una iniciativa de denuncia en la fiscalía de turno propulsada por Cuello. Además el médico pediatra fue acusado de suministrarle agua podrida a dicha comunidad y de patrocinar la generación de ciudadanos de segunda clase en San Martín.

Cuello, además fue el protagonista de distintas publicaciones periodísticas donde aseguró que los vecinos de Tres Porteñas, quienes el viernes -21 de octubre, cerca de las 19.30- se mostraron molestos por estar en medio de lo que consideraron una pulseada de tipo política y que calificaron de “circo”, están en peligro. Fue cuando consideró que Rufeil “insiste en promover el consumo de agua de un pozo que está contaminado y sigue descomponiendo a los vecinos”.

Los mismos vecinos contaron que la mentada obra de agua potable “es algo que venimos pidiendo hace unos 35 años” y que “sin importar en qué gestión municipal se hizo estamos felices de que se haya concretado”. “La podría haber hecho Juancito o Pedrito, pero lo importante es que ahora nuestros hijos tienen agua que sale de la canilla”, dijeron apuntando a la conexión en el frente de la vivienda donde se reunieron esperando ser escuchados por la prensa local.

También apuntaron que hasta el momento de la inauguración de la obra que se localiza en el interior de la Escuela España, “toda la vida hemos tomado el agua del canal o la que nos proveían desde los camiones cisterna que venían cada varios días. Nosotros ya teníamos un sistema para que esa agua fuera bebible. La llevábamos hasta unas piletas de cemento que habíamos construido en las casas y ahí la dejábamos reposar para que los sólidos cayeran al fondo y después la usábamos para cocinar, para lavar la verdura y hasta para tomarla. Ahí en la finca tomamos agua del pozo. Es la misma agua que acá”.

En su envidiable humildad algunos se mostraron emocionados al recordar a los vecinos que muchas veces reclamaron la obra de agua potable y que ahora no podrán disfrutar debido a que “ya no están con nosotros para ver esta realidad que nos favorece”.

Jacinta, una de las mayores del grupo, se entisiasmó: “Yo estoy recontenta con el agua. Ahora puedo tener mis plantas en el frente de mi casa, tengo flores, mirá como están floreciendo. Verdecito…”. Y recordó: “Sabía suplicar que me trajeran aguita. Con mi vecina pedíamos agua. Ahora estoy recontenta “Yo digo que esta es una obra de Dios. Dios tocó al hombre”, para que la hiciera. “Siempre digo eso. Nunca venía el aguatero”, apuntó.

Un poco antes, uno de los hombres que sostenía una de las copias que ellos mismos habían conseguido de un informe técnico de laboratorio del Ente Provincial del Agua y de Saneamiento, EPAS, reflexionó: “Antes de que tuviéramos el servicio no hacían esas manifestaciones tirando mala onda. Una vez que se hizo la obra fue ahí que empezaron los problemas. Entonces hay algo que no es de la red. Justamente esas personas han ido al Canal 3 -Televisión Comunitaria de San Martín- a hablar cosas que no son. Porque si no habría un montón de personas que tendrían el mismo problema”, aseguró.

Refiriéndose “al doctor Rufeil”, agregaron que “a él le toco inaugurar” y preguntaron: “¿Qué hubiera pasado si la hubiera inaugurado Gimenez? Sería la misma agua. Eso es lo que no nos explicamos, porqué salpicar al doctor. Hasta empezaron en un momento a vender agua, en bidoncitos. Yo tengo un repartidor que me vende de a 15 litros de agua. Ahora estamos muy contentos. Hace mucho tiempo que estábamos esperando que nos conectaran el agua. A nosotros el tanque nos dejaba una vez a la semana y al vecino dos. Eso era injusto, si todos somos iguales, vivimos en el mismo lugar. Siempre hubo ese problema. Faltaba el agua para bañar a los niños, para lavar. No podíamos tener plantas”.

Consultados si tenían alguna queja aseguraron: “No tenemos ninguna queja. Yo le diría a esos que se quejan que al menos nos dejen disfrutar a nosotros que hace años que estamos pidiendo. La mayoría de la gente no la tenía”, dijeron al tiempo que el Director de Defensa Civil, Herman Pérez, se animó a tomar del pico del surtidor detrás del grupo vecinal.

Ya en el plano político, una de las voceras del grupo, durante la mitad de lo que duró la reunión mientras soplaban fuertes ráfagas de viento, replicó: “Nosotros estamos acá por voluntad propia. No necesitamos de ningún político que nos diga que nos juntemos para defenderlos. Porque estamos contentos de tener el agua. Nos dejan mal parados los otros que no piensan así”, dijo dolida.

También respondieron a lo que aseguró Cuello respecto a que los vecinos tenían miedo de hablar debido a que estarían amenazados por el delegado municipal: “Nooooo, no”, sentenciaron, algunos sonriendo.

“No hay más mentira que eso”, dijo retomando la palabra la mujer, también con los papeles en mano de la Gerencia de Auditoría del EPAS del Gobierno de Mendoza.

Y añadió el hombre a su siniestra: “Nosotros estaríamos de acuerdo con cualquier gobierno que estuviera de turno y que nos hubiera puesta esta agua”, lanzó agitando en el aire su mano derecha. “¿Por qué tenemos que salir a defender algo que es mentira? Estamos diciendo una verdad…”, completó.

Mientras unos asentían las palabras de otros que se seguían animando, otros cruzaban sus brazos en desánimo evidente de vivir con dureza el trabajo agrícola y, encima, no siendo comprendidos.

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