A partir del 1 de febrero, los mendocinos deberán enfrentar un incremento en el precio de los productos de panadería. El kilo de pan miñón, uno de los alimentos esenciales en las mesas de los hogares, pasará de $2200 a $2400, según informó Cristian Di Betta, presidente de la Cámara de Empresarios Panaderos de Mendoza, durante una entrevista en el programa radial "Lado V".
“Hace desde el 1 de julio del 2024 que no actualizábamos la lista de precios en Mendoza. Este aumento del 9 al 10% es el primero en siete meses”, explicó Di Betta. Además, detalló los nuevos valores sugeridos: la docena de tortitas subirá de $3800 a $4200, y las facturas comunes costarán $6500 la docena, frente a los $5500 actuales.
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Las razones del ajuste
El presidente de la cámara justificó el incremento debido a varios factores acumulados. Entre ellos, destacó las actualizaciones salariales para los empleados del sector, los aumentos en los servicios de luz y gas —fundamentales para la producción— y el impacto del combustible en los costos logísticos.
Otro factor influyente es el incremento en el precio de la harina, cuyo valor por bolsa de 25 kilos subió entre $400 y $600 recientemente. Sin embargo, Di Betta aclaró que este aumento específico no es el principal responsable del ajuste. “Lo que estamos trasladando ahora es el impacto acumulado de varios meses, no solo el de la harina”, enfatizó.
El impacto económico también se refleja en los hábitos de consumo de los mendocinos, que han cambiado drásticamente en los últimos meses. “Ya no se compra por kilo, sino por monto. La gente va a la panadería con $1000 o $2000 y pide lo que alcance. En muchos casos, llevan solo dos tortitas, dos facturas o un cuarto de pan”, comentó el titular de la cámara.
En cuanto a las especialidades, como las tortas de cumpleaños o las masas finas, Di Betta indicó que su consumo ha caído considerablemente. “El kilo de tortas de cumpleaños está entre $14.000 y $16.000, y el mendocino ha tenido que relegar ese tipo de productos. Ya no se compran tortas grandes para 30 personas, sino pequeñas, de un kilo o kilo y medio. Lo mismo ocurre con los sándwiches de miga y bocaditos salados, que cada vez se ven menos en las celebraciones”, describió.
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Expectativas a futuro
A pesar del panorama actual, Di Betta manifestó un moderado optimismo respecto a las perspectivas del sector. “Venimos de un 2023 muy difícil, con diez actualizaciones de precios a lo largo del año. En 2024, solo tuvimos tres ajustes, lo que ya es un buen indicio. Esperamos que este 2025 traiga mejoras en los mostradores de las panaderías, tanto en Mendoza como en el resto del país”, afirmó.
Finalmente, destacó la importancia de conservar las fuentes de trabajo en el sector, especialmente en un rubro donde la mano de obra especializada es escasa. “En mi panadería tengo empleados con 25 o 30 años de experiencia. No es fácil encontrar panaderos capacitados, y hacemos todo lo posible para cuidar a nuestro personal”, concluyó.
Con estos aumentos, los mendocinos deberán reorganizar sus presupuestos mientras el sector panadero enfrenta los desafíos de mantener la producción en un contexto económico complejo. Mientras tanto, las panaderías esperan que este ajuste permita un mayor equilibrio en sus costos y garantice la continuidad del servicio.