El gobernador Alfredo Cornejo anunció este martes que llamará a licitación para terminar la construcción del Hospital de Luján de Cuyo, así lo adelantó el mandatario provincial en conferencia de prensa.
"Queremos que el privado que gane la licitación construya en forma rápida lo que falta, gerencie a ese hospital que va a ser público, pero de gestión privada y los que no tengan obra social lo va a solventar el Estado", explicó el gobernador.
Y agregó: "Entre el 40% y el 60% va a pagar la provincia al hospital por las personas que se atiendan y no tengan cobertura".
"Este proceso se llevará a cabo por etapas, comenzando con consultorios y atención ambulatoria, para cubrir hasta el 90% de las consultas habituales. Con transparencia y eficiencia como pilares, buscamos consolidar un sistema de salud moderno y sostenible, cumpliendo una promesa largamente esperada y posicionando a Mendoza como referente en innovación sanitaria", añadió Cornejo.
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Por su parte, el ministro de Salud, Rodolfo Montero, aclaró que el hospital de Luján será administrado por un privado por 15 años a través de una concesión, pero el servicio seguirá siendo público. Sin embargo, también se recibirán pacientes con obra social y particulares.
Se trata de una obra que se encuentra paralizada desde 2014, debido a que no se cumplieron los plazos previstos y finalmente el Gobierno provincial decidió rescindir el contrato con la empresa constructora. La construcción sin finalizar se encuentra ubicada en Acceso Sur y calle Quintana, de Perdriel.
El intendente de Luján, Esteban Allasino también se refirió al tema y dijo que se encuentra "acompañando al gobierno provincial en la difusión del pliego del proyecto del Hospital".
"No quiero generar falsas expectativas. Quiero que el Hospital de Luján sea, de una vez por todas, una realidad. En esto venimos trabajando con el gobernador desde antes de asumir", sentenció.
Etapas de la obra:
Primera etapa: El privado deberá poner en funcionamiento consultorios médicos y atención ambulatoria de demanda espontánea, en un horario acotado y con foco en servicios de baja complejidad. Esta etapa inicial no incluirá atención de accidentes graves ni casos pediátricos críticos, pero permitirá resolver hasta el 90% de las consultas habituales del sistema de salud pública.
Segunda etapa: Se requerirá al concesionario realizar inversiones para ampliar los servicios del hospital, incorporando internación, quirófanos y otras prestaciones, bajo la categoría de hospital de baja complejidad (nivel 1).
Cobertura de la demanda: Entre el 40% y el 60% de los pacientes atendidos deberán ser sin obra social, es decir, a cargo del sector público. Las prestaciones serán abonadas por el Ministerio de Salud a valores del nomenclador del REFORSAL, aplicando un descuento. El resto de los servicios estará dirigido a pacientes con cobertura, cuyos costos serán asumidos por las obras sociales o financiadores privados.
Derivaciones y acceso: Los procedimientos programados, como cirugías, estudios de imágenes o de laboratorio, requerirán derivación previa de un profesional del sector público. En tanto, las atenciones espontáneas no necesitarán derivación y no se podrá negar la atención a ningún paciente, independientemente de su cobertura.