El papa Francisco expresó su gratitud por las muestras de cariño recibidas y por la atención brindada por el equipo médico y de enfermería del hospital Gemelli en Roma, donde permanece internado debido a una infección respiratoria. Debido a su estado de salud, no pudo pronunciar la oración del Ángelus este domingo, aunque el mensaje fue publicado por escrito.
“Aún necesito tratamiento para mi bronquitis”, señaló el Pontífice en su mensaje, en el que también destacó la dedicación de los profesionales de la salud que lo atienden. “Agradezco el afecto, la oración y la cercanía de quienes me acompañan en estos días, así como a los médicos y al personal sanitario de este hospital por su dedicación, que es invaluable y sumamente exigente”, expresó.
El Vaticano difundió el texto preparado por Francisco para el Ángelus, en el marco de la misa del Jubileo de la Cultura. En su lugar, el cardenal José Tolentino de Mendonça presidió la ceremonia y leyó la homilía del Papa, quien no pudo participar por su internación desde el viernes.
En su mensaje, Francisco destacó el valor del Jubileo, dirigido especialmente a artistas de diversas partes del mundo, y agradeció al Dicasterio para la Cultura y la Educación, liderado por el cardenal Tolentino, por la organización del evento.
“El Jubileo de la Cultura nos recuerda la relevancia del arte como un lenguaje universal que transmite belleza, une a los pueblos y contribuye a la armonía mundial, acallando los ecos de la guerra”, afirmó el Papa.
También reiteró su llamado a la paz, instando a orar por la estabilidad en Ucrania, Palestina, Israel, Medio Oriente, Myanmar, Kivu y Sudán.
El cardenal Tolentino, encargado de presidir la celebración en la basílica de San Pedro, resaltó la importancia del Pontífice en este evento: “Nuestro primer pensamiento es para el papa Francisco. Rezamos por su salud y agradecemos su visión y respaldo constante”.
A sus 88 años, Francisco sigue hospitalizado por una infección respiratoria, y por recomendación médica se ha mantenido en reposo absoluto. Como resultado, suspendió la oración del Ángelus y otras actividades programadas, incluyendo su visita a los estudios de Cinecittà, uno de los momentos clave del Jubileo de la Cultura, que reúne en Roma a más de 10.000 artistas de un centenar de países.
En su homilía, el Papa subrayó que la labor de los artistas no solo es crear belleza, sino también revelar la verdad y la bondad ocultas en la historia, dar voz a quienes no la tienen y transformar el dolor en esperanza.
“El arte genuino es un encuentro con el misterio, con una belleza que nos sobrepasa, con el sufrimiento que nos interpela y con una verdad que nos llama”, reflexionó Francisco.
El Pontífice definió a los artistas como “guardianes de la belleza”, capaces de sensibilizarse con las heridas del mundo y de escuchar el clamor de los más vulnerables: los pobres, los perseguidos, los encarcelados y los refugiados.
Asimismo, resaltó que en una época en la que surgen nuevas divisiones, el arte tiene el poder de construir puentes, fomentar el diálogo y encender la esperanza en la sociedad.
“El arte no es un lujo, sino una necesidad del espíritu. El mundo requiere artistas proféticos, pensadores valientes y creadores de cultura”, enfatizó.
Finalmente, Francisco alentó a los artistas a seguir explorando, cuestionando y asumiendo riesgos, recordándoles que “la esperanza no es una ilusión, la belleza no es una utopía y el talento que poseen no es casualidad, sino una vocación a la que deben responder con pasión y amor”.
El Jubileo de la Cultura, que congrega a figuras de renombre como Monica Bellucci, Tim Burton y Giuseppe Tornatore, se desarrolla en Roma con diversas exposiciones y actividades. Sin embargo, la hospitalización del Papa ha marcado un tono distinto en su celebración.
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