Cuando el gobernador Rodolfo Suarez lanzó la propuesta para la Reforma de la Constitución en la provincia, ni por asomo nos imaginamos que iba a terminar en tan fuerte polémica ante la negativa de la oposición a avanzar en la iniciativa
Por Luis Martínez, Redacción Jornada
Más allá de la pirotecnia verbal de los últimos días, quisimos conocer un poco más en profundidad sobre la necesidad de una reforma y, lo que es más importante, quién en realidad tiene el poder de decidir si nuestra Carta Magna debe o no reformarse.
En medio del debate y, a modo de introducción, marcamos que el mandatario lanzó su propuesta hace meses, se envió a la legislatura y el ministro de Gobierno, Víctor Ibáñez mantuvo contactos con cámaras y distintos sectores representativos de la comunidad para explicarlo.
El rechazo que provocó enojo
Ante el inicio de la discusión en el ámbito legislativo las fuerzas políticas expresaron su posición, entre ellas el Partido Justicialista que con críticas rechazó la propuesta en un comunicado firmado por su presidente, Anabel Fernández Sagasti. En la nota indican que el gobierno provincial se maneja de manera inconsulta sin buscar “promover el diálogo directo con las fuerzas políticas y sociales”, es decir, promueven una iniciativa sin consenso. Indicaron que promoverán la enmienda de un sólo artículo de Constitución provincial, específicamente el 223, para “establecer un límite máximo para el presupuesto de las cámaras de Senadores y Diputados con un tope como porcentaje del presupuesto general de la provincia”.
Ante el rechazo a la propuesta por parte del PJ, Suarez afirmó vehementemente: “Al Partido Justicialista no le importa Mendoza”. “Tengo muchos reparos y muchas cosas que decir al respecto. Hay cosas que me cuesta mucho entender. Me cuesta entender que al PJ no les importa Mendoza”, apuntó el mandatario haciendo referencia a las declaraciones vertidas por los referentes del partido opositor. “Sus declaraciones tienen justamente que ver con eso, con que no le importan los mendocinos”, agregó el mandatario.
Un poco de historia
La primera Constitución en Mendoza fue dictada en 1854. A partir de ésta se sucedieron las reformas de 1894/5, 1900, 1910, 1916 y la de 1948/9 (queda sin vigencia); más las correspondientes enmiendas de sólo un artículo por año, arbitradas desde 1916.
En 1916 se realizó una nueva reforma de la Constitución Provincial por Asamblea Constituyente de la cual se destacó por su modernismo jurídico, y por haber incluido una destacada legislación social entre sus artículos. Fue aprobada el 11 de febrero de ese año.
La Constitución Provincial de 1916 es la que actualmente está vigente en Mendoza, si bien con algunas reformas que se le han realizado durante el siglo XX. Por influencia de la Ley Sáenz Peña, mantuvo el voto universal, pero acotó, además, que debía ser secreto y obligatorio; conceptos repetidos en el texto de 1948/9, donde se sostuvo que también era igualitario y directo.
La insistencia del gobierno
A pesar de la postura contraria esbozada por la oposición, el gobierno insistirá con el debate y tratamiento legislativo de la iniciativa. A tal efecto, el ministro Ibáñez realizó la presentación y defensa de la misma.
“La Constitución es mucho más que una norma jurídica, encierra un proyecto político de una comunidad política determinada, y se sostiene en las costumbres y tradiciones de esa comunidad; es una expresión normativa que encierra un proyecto de futuro y ancla sobre ese proceso político”, dijo el ministro.
“Asimismo, consideramos que la reforma es un concepto consensual y esto es lo que, lamentablemente, algunos partidos políticos en Mendoza no están comprendiendo”, indicó.
Nuestra intención es correr la hojarasca que deja la pelea política y por eso le pedimos a una especialista en Derecho Constitucional, María Gabriela Ábalos que nos diera una visión académica del tema.
De qué hablamos cuando hablamos de la Constitución
“Creo que los mendocinos tenemos que ser conscientes que estamos hablando de la ley más importante para la provincia. Es decir, estamos hablando de la Constitución Provincial que supone, en la terminología que utilizaba Alberdi, la carta de navegación que le va a servir a nosotros, a nuestra provincia en épocas de tempestades, en épocas de crisis. Estamos refiriéndonos a la ley de leyes esto supone que ese texto constitucional que contiene el proyecto de provincia pensado hoy hacia las generaciones futuras merece concienzudamente un debate, un análisis, merece superar en mi opinión posibles coyunturas puntuales. Esto quiere decir que el texto constitucional para ser reformado nos exige una serie de pasos con muchos acuerdos en el medio”, señaló Ábalos.
“Fijense que para reformar la Constitución lo primero y principal es que se apruebe una ley que declare la necesidad de esa reforma”.
Es o no necesaria la reforma?
Le preguntamos a la especialista si es necesaria una modificación a la Carta Magna. “Bueno saben que más allá de la opinión que pueda tener cada uno de nosotros puntualmente quienes lo definen son las que en la legislatura provincial supongan más de la mitad de cada cámara. Estamos hablando de una respuesta que supere a la mayoría ocasional del partido que gobierne hoy, ayer o mañana. Supone consenso más allá de la voluntad concreta de quien esté gobernado en el momento”, puntualizó.
El valor del voto
“Es importante que en estas discusiones o en estos debates de reforma de la Constitución tenemos que ser muy conscientes que quienes tienen la palabra autorizada final son hoy nuestros representantes, son esos diputados y senadores a los que votamos y son ellos los que tienen que manifestar ese debate, tienen que demostrarnos esa madurez institucional para llevar a cabo este debate serio y responsable, informarnos a los representados, y, luego, si se aprobase esa ley de necesidad de reforma convencernos de las bondades de esa norma que han sancionado para que en la próxima elección de diputados, donde tengamos que votar por el sí o por el no a la convocatoria de la Convención Constituyente estemos bien informados y convencidos, porque esta es una forma de equilibrar y transformar aquel sí que dan nuestros representantes en el sí que dan los representados”.
“Fijense que la Constitución de Mendoza en esto sabiamente introduce un mecanismo de Democracia directa en lo que supone la decisión de reformar la Constitución donde se ponen de acuerdo nuestros representantes, diputados y senadores, pero como hablan por nosotros, los representados, luego nosotros los representados bien informados y convencidos votaremos por el sí”.
De manera contundente afirmó “Esto quiere decir que los mendocinos participamos seriamente en la elección de diputados y senadores primero, pero luego en el sí o el no cuando hay que expedirse directamente. Esto hace que los mendocinos tengamos que empoderarnos de lo que realmente nos corresponde. Los titulares del poder somos nosotros. Entonces bienvenido el debate y bienvenida esta participación que los mendocinos tienen que ser conscientes que tienen desde el minuto que eligen diputados y senadores provinciales y luego en el momento que digan sí o no a la ley de necesidad de reforma si es que se votase”.
En definitiva, más allá de los cruces políticos y si un vez más queda trunca la posibilidad de mejorar una Constitución que hasta ahora ha cumplido su función con creces, lo que nos debe quedar claro es la importancia y el valor del voto. Concurrir a las urnas no es un simple acto para cumplir con nuestra obligación cívica. Estamos eligiendo a quienes nos representan. Como dice la Dra. Ábalos, los titulares del poder, somos nosotros.