El lema del 2021 se centra en el vínculo con el agua dulce, destacando el papel que juegan en la cantidad y calidad del recurso vital para el planeta.
Cada año, la comunidad internacional celebra el Día Mundial de los Humedales el 2 de febrero. Organizado por la Convención de Ramsar sobre los Humedales, el tema de 2021 se centra en el vínculo intrínseco entre los humedales y el agua dulce.
Con la frecuencia cada vez mayor de agua en exceso, muy poca o demasiado contaminada, una cruda realidad en el siglo XXI, los humedales juegan un papel clave en el almacenamiento, absorción y limpieza de agua dulce y en la protección de las personas de los impactos climáticos extremos.
En términos de ingeniería, los humedales brindan servicios similares a una infraestructura que pueden reemplazar o complementar las estructuras grises convencionales, como las instalaciones de tratamiento de agua y los embalses, a un costo mucho menor y con considerables beneficios colaterales de biodiversidad, carbono y recreación.
Frente a estas certezas, Irrigación está desarrollando un Programa de Seguimiento de la Calidad de los humedales de nuestra provincia, a cargo del Director del área de Gestión Ambiental del Recurso Hídrico que acaba de ser creada, Aníbal Manzur. “En ese contexto, días atrás estuvimos realizando estudios en la Laguna del Diamante, en San Carlos, y en una serie de lagunas que se encuentran entre Guaymallén y Lavalle llamadas El Viborón, La Paloma y La Soria, donde tomamos muestras para relevar el estado actual de la calidad del agua”, sostuvo Manzur.
En el Diamante monitorearon Jorgelina Teruya y Miguel Méndez, de la Subdelegación del Diamante y la Dirección de Gestión Ambiental del Recurso Hídrico. En Laguna del Viborón y la Paloma trabajaron Fernando Santos y Manuel Carmona, de la Subdelegación del río Mendoza, junto a Maxi Viola de sede central.
Sitios Ramsar en Argentina
La Convención entró en vigor en Argentina el 4 de septiembre de 1992. Y el país tiene actualmente 23 sitios designados como Humedales de Importancia Internacional (sitios Ramsar), con una superficie de 5,714,016 hectáreas.
En 2020, Argentina amplió los límites del Humedal de Importancia Internacional Laguna de Llancanelo, que se ubica en el departamento de Malargüe, de 65,000 a 91,365 hectáreas. El sitio Ramsar (no. 759 en la lista de Importancia Internacional), ahora incluye en su totalidad los límites del Área Natural Protegida Humedal Llancanelo, un sistema de humedales formado por una gran diversidad de humedales, desde depresiones salinas, surgentes de agua dulce basálticos, río, arroyos, salares y una laguna de agua salada. El sitio se destaca por su diversidad de aves, con más de 100 mil ejemplares de 186 especies.
Entre estas se encuentran especies como el cisne de cuello negro (Cygnus melancoryphus), el Macá plateado (Podiceps occipitalis) y en estado vulnerable el flamenco Andino (Phoenicoparrus andinus). Llancanelo sirve de hábitat para más del 20% de la población global del flamenco Austral (Phoenicopterus chilensis), una de las especies más representativas de la zona. Asimismo, la laguna es hogar de especies de peces significativas de la zona como el Bagre de montaña (Trichomycterus areolatus) y la Trucha criolla (Percichthys trucha). El sitio es importante para la pesca artesanal además de la recreación y el turismo. Entre las principales amenazas al sitio se encuentra el incremento de la actividad ganadera en la zona y la posible contaminación por depósitos de residuos de minerales.
En tanto que también se encuentran en Mendoza, otros dos más, la Laguna de Guanacache y la Reserva Natural Villavicencio.
Cambio climático
Los humedales también son aliados clave en la lucha contra el cambio climático. Las turberas (humedales con una capa de turba acumulada naturalmente en la superficie) almacenan el doble de carbono que los bosques, a pesar de que solo ocupan el 3% de la superficie terrestre del mundo. Sin embargo, la falta de conciencia sobre los beneficios de las turberas significa que han sido severamente sobreexplotadas y dañadas, con más del 15% de las turberas drenadas, lo que resulta en una importante liberación de carbono a nuestra atmósfera.
Como parte del Programa Agua para el Impacto Climático, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) lanzó una Convocatoria de Impacto de Turberas en diciembre de 2020. La Convocatoria es la primera de tres para identificar y construir una cartera de proyectos en y alrededor de áreas de turberas. Con el objetivo de aumentar la inversión en la protección de las turberas, demostrando modelos de negocios rentables que protegen las turberas, fortaleciendo los medios de vida locales mientras se obtienen beneficios financieros y creando asociaciones para la acción, el Llamado de las turberas es una acción drástica para revertir la pérdida y mayor degradación de estos preciosos humedales .
Con una población mundial proyectada para alcanzar los 10 mil millones para 2050, necesitaremos un 55% más de agua. Si bien esta cantidad es enorme, la calidad del agua dulce también requiere atención urgente. Muchas fuentes de agua están contaminadas debido a productos químicos, desechos plásticos o aguas residuales no tratadas, lo que deja a 2.200 millones de personas bebiendo agua no potable. Los humedales pueden desempeñar un papel fundamental en el apoyo a los esfuerzos por lograr más agua dulce segura y en alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible 6: “Garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y el saneamiento para todos”.
Como afirma Martha Rojas Urrego, Secretaria General de la Convención sobre los Humedales para el Día Mundial de los Humedales, “se requieren importantes inversiones en los humedales como soluciones naturales para el manejo del agua, así como la promulgación de políticas que integren los humedales en los planes de manejo. Todas son acciones decisivas, hacia una economía verde y primordiales para reconstruir mejor ”.
Como el mundo se da cuenta dolorosamente durante la pandemia de COVID19, el acceso a agua potable y jabón para lavarse las manos puede ayudar a prevenir enfermedades y mantener nuestras economías en funcionamiento. Para realmente “reconstruir mejor” debemos reconocer e incluir la necesidad vital de proporcionar agua limpia y proteger los sistemas naturales que la proporcionan, como los humedales.