Novak Djokovic ha tenido que pedir en redes sociales “comprensión” hacia la juez de línea la que involuntariamente propinó un pelotazo por el que fue descalificado del US Open. Laura Clark se ha visto obligada a cerrar su cuenta de Instagram al inundarse de mensajes amenazantes y cargados de odio, después de que un periódico de su ciudad de origen, ‘The Owensboro Times’ (Owensboro, Kentucky) desveló su identidad.
No se han conformado con asegurar que había exagerado el daño recibido por el pelotazo, sino que algunos de esos mensajes se cebaron en la tragedia que sufrió Laura Clark cuando en 2008 murió su hijo, de 25 años, en un accidente con la bicicleta. “No te preocupes, pronto te unirás a él”, le han llegado a escribir.
También han usado una foto de ella en la que promocionaba una empresa de vinos para afirmar que tiene un problema con la bebida. “¿Puedes beber litros de alcohol pero no puedes sobrevivir a una pelota de tenis? Mala actuación. Sinvergüenza”.
El pelotazo de Djokovic, que le costó su eliminación del US Open, no es el primero que recibe la estadounidense. En una entrevista en la revista de su ciudad Living Owensboro Magazine en noviembre de 2014, relató otro episodio durante uno de sus primeros torneos masculinos como jueza de línea. Fue en Louisville y recibió un saque de 130 mph (209 km/h) en el labio. “Me rompió el labio por completo”, explicó entonces.