Ferrari tocó fondo en Spa-Francorchamps. Para empezar no metió a sus dos coches en la Q3. Y en la carrera la situación no mejoró: Sebastian Vettel acabó 13º, mientras que Charles Leclerc concluyó la prueba el 14º. Un deprimente resultado que no se daba para los bólidos rojos desde hacía muchísimo tiempo. Fernando Alonso y Felipe Massa llegaron en los puestos 14º y 15º en Silverstone en 2010, pero el asturiano había cumplido una sanción y Massa perdió tiempo con un pinchazo.
Para un peor resultado combinado en el que sólo contaran los ‘méritos’ contraídos habría que mirar al Gran Premio de Abu Dhabi del año anterior, cuando Kimi Raikkonen y Giancarlo Fisichella finalizaron 12º y 16º, respectivamente.
Lo peor para los fans de la ‘Scuderia’ es que lo del Gran Premio de Bélgica no parece ser un hecho aislado. Toda la temporada está siendo muy triste para los ‘tifosi’ y el futuro tampoco invita al optimismo. Y más si se presta atención a las palabras de Mattia Binotto. El jefe de equipo de Ferrari no se esconde y señala de forma muy significativa que va para rato la reconstrucción: “¿Quién es responsable? Todo el equipo es el responsable y yo como jefe de equipo, el primero. Yo no voy a responder sobre si soy o no el hombre adecuado para el cargo. ¿Cuánto vamos a tardar en volver a ganar? Si miras atrás, para conseguir una etapa llena de victorias necesitas varios años, en la F1 nada llega por arte de magia, se necesita paciencia y estabilidad”.
Los de Maranello ganaron tres carreras el año pasado (dos Leclerc y una Vettel) y terminaron segundos en el Campeonato de Constructores. Pero este año ya no forman parte de la exclusiva sociedad de grandes equipos de la F1. Mercedes y Red Bull se han quedado solos. Ahora mismo, el equipo italiano tiene hasta complicado luchar por la tercera plaza. McLaren, Racing Point y Renault están muy fuertes y han demostrado más consistencia que los italianos en lo que va de un curso marcado por la pandemia del coronavirus.