Segundos antes de habilitar la votación para la entrada y salida de tropas del país, Cristina Kirchner chequeó si todos estaban conectados y se preocupó especialmente por Esteban Bullrich, el senador del PRO que fue descubierto en el último plenario de comisiones instalando una gigantografía suya para ausentarse.
“Bullrich. ¿Dónde está Bullrich? A ver… que no lo vi la última vez. ¡Bullrich! ¿Dónde está? Ahí lo vi”, lo identificó en la pantalla. “¿Cómo está Bullrich?”, lo saludó. “¿Bien presidente, como está usted?”, se apareció el senador en el zoom, entre incómodo y risueño. “Bien, mejor que nunca”, respondió Cristina. “Bueno me alegro”, dijo el ex ministro de Educación. “Yo también”, cerró Cristina.
La semana pasada el senador apareció en la imagen hablando con un fondo de su propia figura, que claramente había ubicado para simular que prestaba atención a los discursos en las comisiones.
Estallaron las memes y los videos en las redes sociales con su imagen congelada en casi todas las comisiones, sin siquiera pestañar cuando hablaban sus colegas. Claro, no era él.