Con casi treinta años de trayectoria intachable (1975/2003) el tupungatino Rubén Antonio Pegorín se inscribió en el selecto grupo de los ídolos del ciclismo mendocino como Cosme Damián Saavedra, Martín Remigio Saavedra, Don Ernesto Antonio Contreras, Omar Alejandro Contreras, Juan Carlos Carmeno, Ignacio Ariel Gilli, Juan Marcelo Agüero o más acá en el tiempo, Sergio Godoy, por citar a algunos de los que dejaron su impronta en el rico historial del deporte pedal Borravino.
Alguna vez se pintó la cara para ganar la etapa reina de la Vuelta de Mendoza y el deseo se hizo realidad. Desplegó sus alas en alta montaña y por muy poquito, muy poquito, vio trunco el sueño de conquistar la ronda más exigente de la República Argentina que en esa oportunidad quedó en manos del ecuatoriano Edwin Chulde. Hablamos de la Vuelta a Mendoza.
El Avispón Verde, Pegorineitor, (así le decían) nació en la Capital de La Nuez (Tupungato) un 28 de abril de 1962. Diez años más tarde de la mano de su papá, comienza su romance con “Los Caballitos de Metal” y dos años después se mete de lleno en las competencias.
A mediado de los años 80’ Mendoza vivió un gran conflicto dirigencial. Es por ello que la Asociación Ciclista Mendocina con Don Francisco Chila como su máximo referente y la Asociación Andina con Don Ernesto Antonio Contreras pugnaban por imponer sus condiciones en la Tierra del Sol y el Buen Vino.
Fue así que Pegorín debutó en la Andina. Caminos de ripio y tierra que parecían huellas interminables que se convertían en barro y agua cuando llovía con cierta intensidad, fueron las postales que el valiente joven recorrió en sus primeras temporadas.
Los Juegos Olímpicos de Barcelona en el año 1992 y los de Atlanta en 1996 resaltan en su enorme currículo. Claro que los de Barcelona no los pudo correr porque insólitamente nunca lo inscribieron. Sí, como lee. Nunca lo inscribieron. Cuatro años más tarde llegó la revancha en la Tierra del Tío Sam, en los Estados Unidos, en donde corrió la prueba de fondo de 200 kilómetros pero otra vez sufrió un percance. Su especialidad era la crono individual y lo inscribieron en la carrera de ruta. De no creer. Pero Pegorín aún ostenta el récord de ser el hombre que más veces ganó la crono en la Vuelta de Mendoza. En España su nombre prevalece en la Vuelta de Zamora al ganar la misma especialidad en cuatro oportunidades. Un animal.
En su excursión por tierras europeas fue rival del Navarro Miguel Induráin (cinco veces ganador del Tour de Francia, dos del Giro de Italia y campeón mundial de crono) o de un gigante como Abraham Olano (ganador de la Vuelta a España, campeón del mundo en crono individual y ruta). Vaya que nenes.
“Debuté en la Andina de la mano de Don Ernesto Contreras” certifica quien fuera campeón panamericano en los Juegos de Brasil en el arranque de la nota realizada en el programa “Mendoza Deportiva” que conduce el periodista Daniel Yudica y que se emite por Radio Jornada (91.9).
“Nadie es profeta en su tierra. Estuve cerca de ganar la Vuelta de Mendoza pero nunca se me dio. Fui segundo, tercero, cuarto y quinto. Tuve todos esos lugares en la clasificación general final pero no la gané” dice con un dejo de nostalgia quien lograra el campeonato argentino de resistencia en el año 1996 nada menos que en la provincia de San Juan y enhebró su nombre al de Cosme Saavedra y Ernesto Contreras, los únicos mendocinos que lograron ese cetro en toda la historia.
“Mi retiro llegó en el año 2003 corriendo para AMARU, el equipo de Rodolfo Rossi que dejó una gran marca en nuestro ciclismo. Hoy muy de vez en cuando salgo a pedalear. No estoy alejado del todo del ciclismo, es más, cuando pase esta pandemia, hay planes importantes para desarrollar aquí en Mendoza” dijo el gran Rubén Antonio desde el distrito de La Primavera, el lugar donde hoy reside.