El Ejecutivo reclamó a los gobernadores de Chaco, Tucumán y San Luis luego de que las escenas de violencia de las policías provinciales se convirtieran en escándalos internacionales.
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Es el caso del asesinato de Luis Espinoza, un peón rural de 31 años que murió de un disparo en la espalda a manos de la policía de Tucumán, llegó a la prensa internacional justo cuando en todo el mundo se sigue el minuto a minuto de las protestas en Estados Unidos.
A esto se suman la aparición sin vida de Florencia Magali Morales y Franco Maranguello en comisarías de la provincia de San Luis.
“Las imágenes de violencia institucional que hemos visto en las últimas horas en el Chaco son inaceptables”, tuiteó Alberto Fernández una vez conocidos los hechos.
La ministra de Seguridad, Sabina Frederic, indicó que su cartera “condena la violencia institucional” y que “cada vez que las Fuerzas Federales han cometido ese delito, hemos apartado a sus responsables e iniciado las investigaciones correspondientes”.
Funcionarios del Gobierno nacional admitieron que estos lamentables hechos, al producirse en tres provincias gobernadas por el peronismo, los impacta políticamente pero que no pueden hacer mucho más si los gobernadores no toman definiciones firmes y claras.
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