Brasil registró un nuevo récord de fallecimientos por coronavirus en una misma jornada con 1262 decesos. En promedio, 50 cada hora. El total desde que entró el virus a hasta país es de 31.199, una cifra que coloca a la nación sudamericana solo detrás de Estados Unidos, Reino Unido e Italia.
Su presidente, cuando le pidieron que enviara un mensaje a las familias de las víctimas, dijo: “Yo lamento todos los muertos, pero es el destino de todo el mundo”.
Brasil tiene más de medio millón de casos de contagio confirmados, 561. la segunda cantidad más alta del mundo. El país se encuentra inmerso en una polémica entre la forma combatir el coronavirus, con el presidente Bolsonaro auspiciando el relajamiento de las medidas restrictivas de aislamiento porque, a su juicio, el freno de la economía causará más víctimas que la pandemia.
Para Bolsonaro, más de la mitad de la población brasileña contraerá la enfermedad independiente de las medidas de aislamiento que se adopten por lo que su prioridad es evitar la ya prevista recesión histórica que, en su opinión, generará hambre y pobreza y podrá provocar un número superior de muertes.
En el curso de la crisis sanitaria el presidente se deshizo de dos ministros de Salud: Luiz Henrique Mandetta, a quien destituyó, luego de contínuos desencuentros sobre la estrategia frente al virus, y Nelson Teich, que renunció menos de un mes después de sustituir a Mandetta.
Bolsonaro dijo sobre el confinamiento por el Covid-19: “Miren a la Argentina ¿Alguien quiere eso para Brasil?”.
Teich, según trascendió, se habría opuesto a recomendar el uso de la cloroquina en cualquier fase del tratamiento de los infectados por el coronavirus, lo que el presidente logró tan pronto el cargo quedó nuevamente vacante.
“Las personas que reclaman por la cloroquina por lo menos que nos den una alternativa. Sabemos que puede no ser todo eso que algunos piensan, pero es lo que tenemos por ahora. Hay muchos relatos de pacientes y médicos favorables”, afirmó Bolsonaro.
En su lugar, Bolsonaro encargó el 15 de mayo al general Eduardo Pazuello, una figura militar de su confianza, pero sin experiencia en materia sanitaria, lo que generó una gran polémica.