El estudio del Observatorio Argentinos por la Educación indicó también que 7 de cada 10 familias consideran que la suspensión de las clases presenciales está siendo perjudicial para el aprendizaje de sus niños y niñas.
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Durante el segundo semestre del año, en las escuelas públicas urbanas del nivel primario hubo una disminución en la comunicación diaria entre docentes y estudiantes, a la vez que se dedicó menos tiempo a las tareas escolares. Siete de cada diez familias consideran que la suspensión de las clases presenciales está siendo perjudicial para el aprendizaje de sus niños y niñas. Así lo indicó un estudio del Observatorio Argentinos por la Educación.
Los resultados del informe “Cambios en las prácticas pedagógicas y hábitos durante el aislamiento” por la pandemia de coronavirus tienen representatividad estadística nacional y fueron obtenidos a partir de una encuesta administrada a familias de escuelas primarias urbanas que tenían conexión a internet aunque sea mínima o intermitente, por lo que las conclusiones solo se aplican a este universo de hogares.
En relación con el objeto de las comunicaciones, el informe señaló que aumentó el 21,1 % el intercambio destinado a corregir y evaluar tareas realizadas por el alumnado. Además, subió el 5,8 % el contacto para saber cómo estaban las y los estudiantes e interesarse por la situación personal o familiar, y se incrementó en el 7,3 % el diálogo con la familia. Como contrapartida, el intercambio para proponer actividades educativas se mantuvo estable en los dos períodos (junio y noviembre).
El Observatorio detalló que durante la cuarentena disminuyó en el 6,5 % la proporción de alumnos y alumnas que destinaron más de 3 horas por día a sus actividades escolares. Se pasó del 52,2 % en junio al 45,7 % en noviembre. A su vez, aumentó en el 4 % la proporción de familias que consideran que sus hijos e hijas están perdiendo aprendizajes ( del 62,7 % al 66,7 %). Udiversidad