La menor de 14 años le envió un mensaje minutos antes de ser asesinada con una foto que comprobaba que estaba en la casa de Pablo Arancibia y Micaela Estefanía Méndez
La fiscal Claudia Ríos imputó a Pablo Arancibia (33) y Micaela Estefanía Méndez (27) por el homicidio agravado por ser cometido en contexto de violencia de género, que prevé como única pena la perpetua.
Esta imputación se basó en los datos de la tarjeta SUBE de Florencia, las imágenes de las cámaras de seguridad, el testimonio de un hombre que declaró haber ayudado a la pareja a desprenderse de “un perro” y el de una amiga de la menor, que dio un dato clave.
La joven amiga recibió alrededor de las 19 una foto de Florencia junto a Arancibia, invitándola a pasar la tarde en la casa de Maipú.
La adolescente desapareció el sábado pasado cuando, presuntamente, se dirigía a reunirse con sus amigas.
Pero con el correr de la pesquisa se determinó que viajó desde su casa, en Guaymallén, a la vivienda de Arancibia y Méndez.
Los investigadores establecieron que Romano mantenía contacto con la pareja a través de la red social Instagram y que había acordado encontrarse ese día con ella.
El Cuerpo Médico Forense confirmó que el ADN encontrado es de Florencia Romano
Al ser consultados al respecto, los ahora acusados confirmaron la versión pero aseguraron que la adolescente se retiró de su casa esa misma tarde.
Ese y otros datos despertaron las sospechas de los policías que buscaban a la adolescente, quienes apresaron y trasladaron a la pareja hasta la fiscalía de Homicidios.
La fiscal dispuso un operativo que contó con personal policial y perros rastreadores que se sumaron a la búsqueda de Romano en las inmediaciones del domicilio de los detenidos, ubicado en el callejón Berra y la calle Padre Vázquez, de Maipú.
En tanto familiares y amigos realizaron manifestaciones y marchas por el centro mendocino para pedir por la aparición con vida de la adolescente, hasta que a las 18.30 de ayer fueron notificados del hallazgo del cuerpo.