La cirugía duró unas dos horas y fue exitosa, según informaron desde el entorno de Diego Maradona.
Fue un martes con mucha adrenalina informativa, en torno a Maradona. Porque Diego no la viene pasando bien, se lo vio mal en su cumple número 60 y surgió una operación que no estaba planificada, en la cabeza, del lado izquierdo. Por un hematoma subdural (sangre entre el cráneo y el cerebro), que se encontró en los estudios que le realizaron en La Plata. Y por eso fue trasladado por la tarde a la Clínica Olivos, para que su médico, el neurocirujano Leonardo Luque, se hiciera cargo de la intervención.
“La cirugía terminó con éxito, duró 120 minutos. El procedimiento transcurrió con total normalidad y sin complicaciones”, le informaron a las 22.30 desde el entorno de Maradona.
Buena noticia, que la operación haya salido como se esperaba. Ahora hay que ir paso a paso, a ver cómo es la recuperación de una intervención. Porque más allá de que es algo de rutina para un neurocirujano, no deja de ser con anestesia general y en la cabeza, para un paciente como Diego que tiene sus fragilidades de salud. Justamente es ahí donde radica el riesgo y por lo que hay que ser cautos.
Todo el mundo está pendiente de Maradona, que pasó por la misma operación que Cristina Fernández de Kirchner. Y justamente hizo una broma con el camillero cuando lo trasladaban: “Nos tocó a dos peronistas, jaja”, le dijo. Diego aceptó que tenía que atravesar esta intervención, en un momento personal difícil: bajoneado, con dificultades para trasladarse y hasta para hablar, con medicación a cuestas. Es lo que se vio justamente el viernes de su cumpleaños número 60.
Este hematoma subdural pudo haberse generado por adicciones de su vida, o por algún golpe (algo que descartan desde su entorno). Y era un alto riesgo no sacar la sangre, porque podía generar problemas en el cerebro.
Ahora hay que esperar la recuperación de Maradona, quien seguirá en la clínica y obviamente no podrá dirigir el fin de semana a Gimnasia contra Vélez. En este martes tan especial se acercaron sus hijas Dalma y Giannina, quienes tienen una relación turbulenta con el entorno de Diego, hoy manejado y acompañado en forma permanente por Matías Morla y gente de su confianza.
Fuente: Olé